Santo Domingo.- La Policía Nacional lamentó este martes el incidente que ocurrió ayer en el Centro de Retención Vehicular El Coco (Canódromo) donde fueron agredidos el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa; su secretario general y miembros de la prensa.
En labios del vocero del cuerpo del orden, Diego Pesqueira, la entidad aseguró que está en constante contacto con Ulloa, titular de la Defensoría del Pueblo, y enfatizó espera casos como estos no vuelvan a suceder.
“Lo que sí queremos llevar este mensaje a toda la ciudadanía, que desde la Policía Nacional, desde la Digesett, que es una dirección especializada de esta institución, lamentamos de manera profunda este incidente, que reiteramos, esperemos que no vuelva a producirse en el país”, sostuvo el portavoz del organismo tras concluirse el acto de despliegue del personal que garantizará la seguridad preventiva durante el “Operativo Semana Santa Conciencia Por la Vida 2022”, efectuado en la parte frontal de la sede de la Policía.
De la misma forma, indicó que en la mañana de hoy un personal de la Digesett devolvió los equipos que fueron retenidos en el controversial incidente.
El equipo de la Defensoría del Pueblo y de los medios de comunicación CDN, canal 37, y Listín Diario fueron recibidos con violencia por parte de la directora y oficiales del Canódromo, cuando éstos iban a realizar una inspección a ese departamento por la elevada cantidad de vehículos “chatarras”.
Muerte joven Villa Faro
Sobre el caso de un joven que fue abatido por agentes de la uniformada en Villa Faro la pasada semana, Diego Pesqueira dijo que ese asunto está bajo investigación, al detallar que de los organismos de control interno han informado que en poder del fenecido, de acuerdo a los agentes actuantes, se ocupó un revólver calibre 38.
“Vamos a esperar el resultado de las investigaciones”, aseguró.
Recordó que debido al caso los agentes fueron suspendidos en funciones y puesto a disposición del Ministerio Público de la jurisdicción correspondiente.
De acuerdo a las informaciones, la tarde del pasado miércoles José Antonio Espinal Gutiérrez, de 30 años de edad, fue muerto a tiros por dos agentes de la Policía Nacional en un callejón de la carretera de Mendoza, esquina calle Quinta, del municipio Santo Domingo Este.
Los familiares de la víctima denunciaron el hecho como “un abuso” por parte de los miembros de la institución, al asegurar que Espinal Gutiérrez no era un delincuente ni estaba armado.