“Estamos Muertos” es el nuevo fenómeno surcoreano externado por Netflix el pasado 28 de enero y que busca capitalizar en el éxito mundial de la aclamada serie El Juego del Calamar. Ahora, la acción de este nuevo seriado se centra en una escuela, y la trama en sobrevivir a un apocalipsis zombi.
Alcanzando los primeros lugares de popularidad en varios países del mundo desde su estreno, las estrategias de mercadeo de la serie no han dejado desapercibidos a los internautas que no solo comentan su trama sino la forma en la que está siendo publicitada.
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“Quienquiera que encuentre este autobús, que no entre en pánico. Toma una foto y dile a tus amigos que acepten comida zombie”, advirtió la plataforma de streaming en su cuenta de Instagram.
“Vengan a través del polvo, prepárense (…) este 28 de enero en Netflix”, termina la publicación, en la que se muestran las imágenes del autobús recorriendo la ciudad y a más de un transeúnte sorprendido tomándole fotos.
En redes, especialmente en Twitter, la publicación se ha vuelto viral y ha dividido las opiniones entre quienes la consideran una gran estrategia de marketing y quienes la consideran muy violenta y hasta peligrosa.
“Creo que sería genial ver algo así en la calle, pero ¿no hay consideración por los bebés o los niños?”, dice una publicación.
Otros señalan que podría ser peligroso para los conductores pues se podrían asustar al ver rápidamente una imagen tan impactante como es un bus de escuela lleno de sangre y zombis.
La serie “Estamos Muertos” trata de un virus zombi que se propaga por una escuela y un grupo de estudiantes atrapados en ella que deben encontrar la salida o acabar infectados.
En esta travesía, un grupo de estudiantes debe sobrevivir hasta llegar a un lugar seguro, mientras lidian con una horda de muertos vivientes que antes fueron sus compañeros de la secundaria Hyosan High.
Uno de los paralelismos de la serie con El Juego del Calamar, son los uniformes que usan los protagonistas, que son muy similares a los usados por los participantes del macabro juego de supervivencia. Esto se debe a que los atuendos de los concursantes del Juego del Calamar estaban inspirados en los uniformes escolares de educación física de las escuelas surcoreanas.
