El precio del petróleo se ha convertido en el principal factor de expansión o contracción de la economía dominicana, cuyo principal indicador, el producto interno bruto (PIB), asimila las alzas como un freno y las bajadas como un incentivo para crecer.
Desde el 2007, cuando en una jornada de julio el crudo alcanzó el valor histórico de US$147.00 el barril, el comportamiento de los precios del “oro negro” ha impactado en la economía dominicana, desde el ámbito de los precios internos y de la producción general.
En términos de balanza comercial, cada 10 dólares que aumenta el precio del crudo, le requiere al país una demanda adicional de US$600 millones anuales, según estimaciones de la escuela de economía del Intec.
En la última década la economía dominicana registra un crecimiento promedio anual de 5.0%, y los ciclos de mayor expansión se han registrado en los períodos en los que el precio del crudo ha sido menor. En el 2014, cuando la economía dominicana logró un robusto crecimiento de un 7.6%, el precio del barril de petróleo WITI, el crudo de Texas, que es el referente para todo el mercado americano, cerró a US$52.55. Al año siguiente, con un descenso de 16.23 dólares el barril de petróleo para cerrar a US$37.04, el producto interno bruto (PIB) dominicano reportó el tercer mayor crecimiento de la última década, con un 7.0%.
El mayor impulso del PIB
La mayor expansión económica dominicana del período analizado, de 8.3%, se produjo en el 2010, cuando la cotización del crudo estaba desmontando la franja remanente de los precios sobre o alrededor de los 100 dólares por barril, cuyo punto histórico más alto se produjo en julio del 2007. El año pasado, cuando la economía perdió velocidad de crecimiento y bajó a 4.6% (nivel que sin embargo fue el segundo mayor de la región de América Latina y el Caribe), ya el crudo estaba tomando la vía de recuperación de precios, y cerró a US$60.16.
El efecto del petróleo en el desempeño de la economía dominicana ha sido tomado en cuenta en los análisis y proyecciones de los últimos informes del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el informe rendido por la misión del FMI que estuvo en el país a principio de año y que fue aprobado el 22 de abril pasado, el organismo multilateral dijo que a pesar del buen desempeño económico del país recuperado a partir del último trimestre del 2017, persisten para la economía del país “riesgos a la baja”, principalmente de “factores externos”. Asoció esas amenazas con “el aumento de los precios mundiales del petróleo, condiciones financieras mundiales más restrictivas de lo previsto y una demanda externa más débil de lo proyectado”.
El Gobierno previó para el 2018 un precio promedio del barril de petróleo de unos 49 dólares, pero ese estimado ha sido superado ampliamente en los últimos tres meses. Ayer el crudo de Texas cerró en la bolsa de Nueva York a US$72.24, su nivel más alto desde finales del 2014.
Isa Contreras estima en US$900 MM gasto extra
El economista investigador Pavel Isa Contreras, en el artículo que publicó en este diario el sábado último, plantea que si en 2018 el país termina comprando petróleo y derivados a un precio medio de 15 dólares por encima de 2017, la economía dispondrá de 900 millones de dólares menos que el año pasado y más de 1,400 millones menos que en 2016. “Eso implica una mayor presión sobre el mercado cambiario y el precio de las divisas”, aseguró. Expuso que precios más elevados del petróleo, “hace crecer los precios en la economía” en general.