El pasado 19 de marzo la imagen con el testimonio de un joven santiaguero con síntomas de coronavirus en la que narraba su periplo por clínicas y dos laboratorios privados en busca de una prueba diagnóstica para detectar el COVID-19 se hizo viral y, con ello, desnudaba la fragilidad del sistema de respuesta diseñado para hacer frente a un enemigo invisible que mantiene al país en estado de emergencia y bajo cuarentena a más de diez millones de dominicanos.
Ni el dinero en los bolsillos para pagar el costoso examen, valorado en RD$4,300, que el Seguro Familiar de Salud todavía no cubre, fue suficiente para derribar las barreras de acceso ante el vertiginoso aumento de una demanda que no hace más que crecer, al igual que el número de casos que, al día de hoy se coloca en 392, incluyendo diez defunciones.
La imagen del joven se ha multiplicado en las voces de cientos de personas que engrosan las listas de espera de los laboratorios clínicos privados Referencia y Amadita, que junto al Laboratorio Nacional Dr. Defilló, son los únicos autorizados para realizar la prueba. Los que logran agendar una cita deben aguardar más de una semana para la toma de muestra a domicilio, tal y como establece el protocolo para evitar la posible propagacion del virus en los centros de salud.
Ante prácticamente el colapso de la línea*462, habiltada por las autoridades para ofrecer asistencia a la ciudadanía y reportar un posible caso sospechoso, la ciudadania ha tomado las redes sociales para externar sus quejas en torno a la lentitud de los procesos.
Un caso reciente es el del periodista Gustavo Olivo, subdirector del periódico Acento, quien en su cuenta de Twitter manifestó: “En mi familia hay dos casos que requieren pruebas del coronavirus de urgencia, y ninguna autoridad ni laboratorio privado responde ni atiende. ¡Auxilio, por favor!”, dijo refiriéndose a su madre y su sobrina.
En una serie de quince tuits, la periodista Edith Febles, tambien narró el caso de una joven que el pasado 15 de marzo llegó de un país donde hay circulación del COVID-19 y desde entonces ha sentido síntomas compatibles con la enfermedad respiratoria y tuvo grandes dificultades para accesar a la prueba.
Frente a esta situación, el Gobierno dispuso la compra de pruebas rápidas para su realización masiva y de manera gratuita y los candidatos presidenciales, tanto del oficialismo, Gonzalo Castillo, como de la oposición, Luis Abinader han ofrecido donaciones para encarar la crisis sanitaria actual.