Los primeros intentos de adoptar al perro tras la muerte de su dueño fracasaron debido al fuerte carácter del animal y sus ganas de escaparse.
Argentina.- El personal, los pacientes y los visitantes del Hospital Pablo Soria, en la ciudad argentina de San Salvador de Jujuy, presenciaron esta semana una escena parecida a la que protagonizó el famoso Hachiko, el perro japonés que murió en 1935 en la estación de tren donde durante 10 años esperó el regreso de su amo fallecido.
En el nosocomio jujeño murió hace algún tiempo el dueño de un labrador llamado Toto, y desde entonces este Hachiko del hemisferio sur le espera a las puertas del hospital, ignorando que nunca más verá a su amo.
Su situación fue denunciada el miércoles pasado en las redes sociales por una organización local de protección de animales. La historia conmovió a cientos de personas, y varias familias quisieron adoptar al perro, pero todas fracasaron en el intento de insertarlo en el nuevo hogar, según Todo Jujuy.
El labrador se peleaba con los otros animales de las familias y en todas las ocasiones intentó escaparse para volver al hospital a esperar a su dueño, de manera que la organización siguió buscándole un hogar, pero con la condición de que los nuevos dueños no tuvieran otras mascotas y dispusieran de un patio cerrado.
“Parece que cree que su dueño saldrá algún día para llevarlo a casa”, dijo una de las personas que lo cuidan frente al hospital. A su vez, muchos de los internautas que compartieron la historia estuvieron de acuerdo en que el caso de Toto confirma una vez más el amor incondicional que los perros sienten hacia las personas y su fidelidad hacia nosotros.
A Toto lo llevaron al hospital los familiares a petición del dueño, que quería despedirse de su compañero cuadrúpedo antes de morir.