Hoy quiero dar gracia a Dios y a todos los colegas, amistades, familiares, mujeres y hombres de buena voluntad que al saber de nuestra situación de salud inmediatamente se encomendaron al Señor nuestro Dios para que intercediera en la recuperación de mi salud y así fue, hoy podemos decir que hemos mejorado bastante superando las etapas más difíciles del Covid19, así nos los confirman los médicos, ahora es tiempo de tranquilidad en la casa.
Nuestra gratitud en especial al Colegio Dominicano de Periodistas, CDP, su presidenta Mercedes Castillo, quien inmediatamente al saber nuestra situación llamó a una cadena de oración a nivel local, nacional e internacional, igual hizo el presidente del IPPP Olivo De León, la presidenta de ACROARTE, filial New York, Lissette Montolío, el presidente del Círculo de Periodistas de Bolivia, Lic. Luis Mendoza, la Confederación Nacional de Periodistas de Ecuador, Capitulo NY, presidenta de Woman Talent System, Licda. Ángela Howell y Global Creación sin Límite, entre otras.
Quiero agradecer también a Ignacio Ramonet, a la ex presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, Concejal Ydanis Rodríguez y dar las gracias a los médicos y enfermeras por dar su vida por nosotros, por arriesgarse para salvarnos, por madrugar y trasnochar para estar pendientes de todos nosotros que hemos padecido esta pandemia mundial, igual a nuestra familia que siempre estuvo y está pendiente de esta travesía donde muchos aún no pueden ver el amanecer y se quedan en el transcurrir del anochecer o la noche.
Nuestra gratitud a todas y todos por las centenas de mensajes y llamadas que me han realizado por toda la vía del Celular, Whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram, Messenger, Radio, TV, por mi correo electrónico personal y del Congreso de Prensa, todos en oraciones, apoyo y solidaridad, igual debemos de decir que embajadores, políticos, profesionales, empresarios y diversas personalidades etc. de diferentes punto del país y del mundo se unieron orando en estos días para librar la batalla sin precedentes en contra el coronavirus.
Anticipo que estoy haciendo un artículo que saldrá próximamente, dándole las gracias personalizada a todas las personas que me han acompañado en la lucha contra el Covid19, -tiniebla de oscuridad-, me han dado luz divina, de fe, esperanza, fuerza, valor, aliento y estoy viendo los rayos de un nuevo amanecer gracias a Dios y a las personas que en estos momentos difícil han dicho “estoy contigo, cuenta conmigo, tú está en nuestras oraciones”, en verdad, esas palabras te levantan como Jesús levantó a Lázaro.
Escuchar palabras como “cuídate, quiero volver a verte”, “todo saldrá bien”, “pronto todo pasará, solo un poco más y será como si no hubiera pasado nada”, “no dejes de luchar, no estás solo en esta batalla”, “tu eres importante para nosotros”, “la comunidad te necesita y nosotros también”, “hermano tú eres un batallador, el Congreso y los periodistas de América te necesitamos”, “lucha, porque nosotros estaremos esperándote para celebrar la vida. ¡Tu vida!”, esa palabra de ánimo resulta reconfortante en momentos de incertidumbre.
Es alegre contar con personas, amistades y personalidades de todos los niveles sociales que por más triste que este te hacen sonreír y te levantan el ánimo, con chistes, anécdotas y canciones como: Al vernos desde lejos tan unidos, empujando al mismo sitio, Sólo queda un poco más, Volveremos a juntarnos, volveremos a brindar, Un café, Romperemos ese metro de distancia entre tú y yo, Ya no habrá una pantalla entre los dos, Ahora es tiempo de pensar y ser pacientes, Confiar en Dios …
No te rindas, No te rindas, aún estás a tiempo, De alcanzar y comenzar de nuevo, Aceptar tus sombras, Enterrar tus miedos, Liberar el lastre, Retomar el vuelo, No te rindas que la vida es eso, Continuar el viaje, Perseguir tus sueños, Destrabar el tiempo, Correr los escombros, Y destapar el cielo, No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, Porque lo has querido y porque te quiero, Porque existe el vino y el amor, es cierto, Porque no hay heridas que no cure el tiempo, Abrir las puertas, Quitar los cerrojos, Abandonar las murallas que te protegieron, Vivir la vida y aceptar el reto, Recuperar la risa, Ensayar un canto, Bajar la guardia y extender las manos, Desplegar las alas e intentar de nuevo, Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se ponga y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños, Porque cada día es un comienzo nuevo, Porque esta es la hora y el mejor momento, Porque no estás solo, porque yo te quiero, No te rindas, aún estás a tiempo, De alcanzar y comenzar de nuevo… (Poema de Mario Benedetti).