Taipéi.- La tensión en el estrecho de Taiwán subió hoy un grado más con el encuentro entre el subsecretario de Estado estadounidense Keith Krach y la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, que ha provocado fuertes quejas por parte de Pekín, que respondió con maniobras militares en la zona.
Krach, subsecretario para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, llegó ayer, jueves, a Taiwán acompañado de una comitiva en la que también figura el subsecretario adjunto para la Democracia, los Derechos Humanos y el Empleo, Robert Destro.
En el grupo también figuran cargos de la oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, de la Administración de Comercio Internacional del Departamento de Comercio, así como la embajadora para Asuntos Globales de la Mujer, Kelly Currie, y el antiguo secretario adjunto de Defensa para Asuntos de la Región Indo-Pacífica Robert Schriver.
Krach mantuvo un encuentro con funcionarios del Gobierno taiwanés para allanar el camino hacia una posible cumbre económica de alto nivel y un almuerzo con representantes de las industrias de semiconductores, redes de comunicación y otras tecnologías.
Posteriormente, hacia las 19.00 hora local (11.00 GMT), Krach acudió a una cena de Estado con Tsai.
Mañana, sábado, se prevé que acuda a un acto en homenaje al recientemente fallecido expresidente Lee Teng-hui, considerado como el padre de la democracia taiwanesa, en el que se cubrirán sus cenizas con la bandera taiwanesa, que no es otra que la antigua bandera de la República de China hasta el triunfo de los comunistas en 1949.
UNA VISITA DE PERFIL BAJO
A pesar de que los medios taiwaneses destacasen su importancia, la visita de Krach mantuvo un perfil bajo, como demuestra el hecho de que la prensa local no tuviera acceso a los actos.
Esto contrasta con el perfil público del viaje oficial en agosto del secretario de Sanidad y Servicios Sociales estadounidense, Alex Azar, el de un funcionario de mayor rango de Estados Unidos a la isla desde 1979.
Sin embargo, el profesor Fan Shih-Ping, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad Normal Nacional de Taiwán, explicó a Efe que la visita de Krach “envía un mensaje muy fuerte” y que no necesita mantener un perfil alto “porque su cargo ya es muy político y sensible”.
Cabe recordar que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, es la voz más crítica con Pekín en Occidente, y los medios estatales chinos a menudo responden con marcada acritud a sus duras declaraciones sobre el régimen comunista.
“Los principales motivos de la visita de Krach son económicos y comerciales, porque está a cargo de la Red de Prosperidad Económica (EPN), una alianza de socios de confianza del Gobierno estadounidense”, apunta Fan.
Las recientes visitas de cargos estadounidenses a la isla están aumentando la tensión entre Pekín y Washington, enfrentados en una “guerra fría” multidimensional que abarca frentes como el comercio, la tecnología o la hegemonía en Asia.
TENSIÓN MILITAR EN EL ESTRECHO
Pekín, que considera a Taiwán una provincia rebelde que ha de ser reintegrada, pareció responder a la importancia de esta visita al organizar unas maniobras de sus fuerzas navales y aéreas en la zona del estrecho de Taiwán que calificó de “necesarias para tratar la situación actual” y “defender la unidad nacional”.
El Ministerio de Defensa Nacional taiwanés confirmó que hoy habían entrado en el espacio aéreo isleño un total de 18 aeronaves militares chinas: dos bombarderos H-6, ocho cazas J-16, cuatro cazas J-10 y otros cuatro cazas J-11, que cruzaron la línea imaginaria que divide el Estrecho en cuatro puntos distintos al noroeste y al suroeste de la isla.
Taiwán activó su sistema de misiles antiaéreos para seguir las actividades de los aviones chinos, lanzó advertencias por radio y también desplegó un número no determinado de cazas.
Según el profesor Fan, estas maniobras no solo son una intimidación ante la visita de Krach sino que también son una “forma de protesta” ante las recientes ventas a Taiwán de armamento “considerado ofensivo en vez de defensivo”.
La cadena de televisión estadounidense CNN informó esta semana de que Washington planea vender a Taiwán armas por valor de 7.000 millones de dólares, entre ellas misiles de crucero y drones, aunque el ministerio taiwanés de Defensa no ha querido hacer comentarios al respecto.
Mientras tanto, el portavoz del ministerio chino de Exteriores, Wang Wenbin, reiteró hoy en rueda de prensa que la cuestión de Taiwán es “un asunto interno de China en el que no hay cabida para interferencia extranjera”.
“Cualquier intento de utilizar a Taiwán para amenazar a China o de aumentar su importancia mediante una mayor dependencia de fuerzas extranjeras está condenado al fracaso”, sentenció Wang. EFE