Moca. En la supuesta tortura del dirigente popular del municipio Licey al Medio y Canca la Reina habrían actuado 45 militares del A2 de la Fuerza Aérea de Puerto Plata, según denunció el afectado Carlos Durán.
Dijo que tras propinarle varios golpes con palos, lo amenazaban con ejecutarlo y enterrarlo en el malecón de Puerto Plata. Durán, de 27 años, integrante del Frente Amplio de Lucha Juvenil (Falju), mostró los golpes que le propinaron en uno de sus hombros, el costado y las piernas. Tanto Durán como Abel Rodríguez, coordinador del Comité Unido para Vencer (Cupave) y presidente del Consejo para el Desarrollo de Licey, dijeron que someterán ante la Fiscalía de Santiago a las autoridades de la Fuerza Aérea y responsabilizan al departamento A2 de dicho organismo en Puerto Plata, que dirige el general Manuel Abad García Rodríguez. “Este tipo de acciones, de rapto y tortura, son actos propios de dictaduras militares de la década de los 70 en Latinoamérica”, expuso.
Torturas
Los dirigentes le piden al fiscal Leuri Ureña que explique quiénes fueron los que llevaron al dirigente popular tras ser raptado y torturado. “Eran como 45 militares en nueve camionetas. Me montaban de camioneta en camioneta. Se pararon en Tamboril y allí me metieron a un punto y me golpearon con palos como si yo fuera un animal, luego en Gurabo y luego en Puerto Plata, y me decían mientras me golpeaban que le dijera dónde estaban las armas de alto calibre, porque de lo contrario me iban a ejecutar”, apuntó el dirigente popular.
Dijo que estaba entregado a que lo mataran, debido a que desconocía de la acusación que se le hacía. Durán fue raptado cuando llegaba a su lugar de trabajo, ubicado frente al parque municipal de Licey. El día que fue raptado en San Francisco de Macorís se desarrollaba un paro de labores.
Pide a las autoridades explicación de su rapto
Una comisión integrada por el funcionario municipal, junto a Abel Rodríguez y el coronel Landeta, de la Policía Nacional en el Comando Cibao Central, lograron que le entregaran al dirigente popular en el cuartel policial de Puerto Plata, que desconocía de las razones de la detención. Durán dijo que gracias a un fiscal y agentes del Dicrim se logró que no lo mataran.