Los padres de una mujer británica que falleció en un accidente de tráfico perdonaron al hombre responsable de su muerte y lo acogieron en su casa, informa Metro.
María Jiménez, de 24 años, murió en 2017 después de pedirle a un amigo, Nick Tay, que la llevara a casa en su coche porque ella había bebido aquella noche. El amigo, que no tenía un seguro para conducir el coche, iba a exceso de velocidad cuando chocó contra la división central de la autopista. La mujer, que no se abrochó el cinturón, falleció en el acto.
Al principio, a la familia le costó superar la rabia por la muerte de su hija. Su padre, Fernando Jiménez, confesó que quiso comprar un machete y matarlo. Sin embargo, Elizabeth, la madre, se sintió preocupada por el estado de Nick, cuya familia vivía en Singapur.
“Al principio fue muy difícil perdonar a Nick, pero luego me di cuenta de que no se trataba de perdonar al hombre, sino de perdonar su estupidez“, afirmó Fernando Jiménez.
Cuando los tres finalmente se reunieron, Nick abrazó a Fernando y le pidió perdón. Desde aquel entonces, el hombre es como un hijo para los padres de su amiga. Dado que Nick no tenía donde ir, la familia lo invitó a vivir con ellos en Guilford (Inglaterra), donde permaneció durante seis semanas.
Condenado a cinco años de prisión, Nick Tay fue puesto en libertad después de tres años y medio y luego deportado a Singapur.
La pareja sigue en contacto con Nick y espera a volver a verlo cuando la situación epidemiológica lo permita. Tras la tragedia, Elizabeth empezó a trabajar como embajadora de reconciliación, ayudando a prisioneros y sus familias a adaptarse a su nueva vida, cambiada para siempre.