Miles de católicos caminaron por varias calles de Santo Domingo hasta llegar a las inmediaciones del Faro a Colón, donde participaron de la Eucaristía en conmemoración de la solemnidad de Corpus Christi que estuvo presidida por monseñor Francisco Ozoria Acosta, arzobispo de Santo Domingo y concelebrada por los obispos auxiliares.
El encuentro Eucarístico celebrado en referido monumento, recuerda los 525 años de la primera misa oficiada en la isla y en América, que tuvo lugar en la Isabela, provincia Puerto Plata, el 6 de enero del año 1494.
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Con adoración, cantos y alabanzas, las vicarías episcopales territoriales y el Distrito Nacional se hicieron sentir en la concentración en la que también participaron la primera Dama de la República, Cándida Montilla de Medina; el alcalde de Santo Domingo Este, Alfredo Martínez y otras autoridades civiles y militares a quien monseñor Ozoria agradeció su presencia.
Durante la homilía, Ozoria destacó la importancia de la Eucaristía y la comunión, y en ese sentido dijo que ante una sociedad de pecado y de injusticias, la “Eucaristía pone una semilla de esperanza, y nos llama a asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos y como cristianos en la construcción de un mundo habitable y plenamente conforme al designio de Dios.
En la homilía que estuvo centrada en la Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) de este año, Ozoria expresó que por esa misma dimensión social, la Eucaristía los desafía a reconocer y a reconocer las estructuras de pecado y a no estar de acuerdo con ellos, por estar en contra de la dignidad humana.
“Como nos lo recuerda el papa emérito Benedicto XVI: La comunión entre hermanos en la Eucaristía hace que nazca en nosotros la voluntad de transformar también las estructuras injustas para restablecer el respeto de la dignidad del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios”, destacó Ozoria.
