Ginebra. La Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió en que no se debe subestimar la capacidad de ómicron de causar daño y aseguró que no será la última variante del coronavirus que se detectará, sin que se pueda predecir si la próxima causará un tipo de enfermedad más o menos grave.
“Ómicron puede ser menos grave en la infección que causa a un individuo, pero esto no significa que provoque una enfermedad leve. En estos momentos hay mucha gente en todo el mundo que está en unidades de cuidados intensivos y con ventilación mecánica, por lo que obviamente no diría que se trata de una enfermedad que se puede tomar a la ligera”, dijo en una rueda de prensa el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
Los expertos de la institución sanitaria pidieron a gobiernos y ciudadanos que sigan utilizando todas las herramientas de las que se dispone para detener en lo posible el avance de ómicron, que ya se ha convertido en la variante dominante al representar el 60 % de casos a nivel mundial.
Con quince millones de nuevos casos, la pasada semana se convirtió en aquella con el mayor número de infecciones desde que empezó la pandemia y ello considerando que se trata de un subregistro, recalcó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Ante esta ola de casos estamos escuchando dos respuestas. Un grupo dice que hay que tirar la toalla y dejar que todo el mundo se inmunice, mientras el otro grupo pide que se usen mascarillas y que se siga vacunando. Si elegimos mal, y la primera es la mala elección, la gente va a pagar las consecuencias, empezando por los trabajadores sanitarios y las personas mayores”, dijo el asesor de Tedros, Bruce Aylward, en la misma comparecencia.