LOS ÁNGELES — Una nueva llamarada en el extremo oeste del incendio más grande y destructivo del sur de California obligó el domingo a los residentes a huir conforme las llamas, avivadas por los vientos, avanzan por cañones y laderas de las colinas hacia las poblaciones costeras.
Los bomberos, con la ayuda de aeronaves que vierten agua, salvaron varias viviendas mientras las impredecibles ráfagas reavivaron el fuego al pie de las colinas de una zona al noroeste de Los Ángeles en la que no se habían registrado incendios en décadas.
Nuevas evacuaciones fueron ordenadas en Carpinteria, una población costera del condado Santa Barbara en que la amenaza de incendios ha permanecido vigente durante días.“Los vientos son engañosos en estos momentos”, dijo el portavoz de bomberos del condado, Mike Eliason. “En algunos lugares el humo se va para arriba, en otros a un costado. Depende del cañón en que estemos”.El departamento publicó la fotografía de una residencia consumida por las llamas justo antes del anochecer. Se desconoce si hubo daños en otras estructuras. Miles de hogares del condado no cuentan con energía eléctrica.
Los bomberos lograron avances importantes el sábado en otros frentes del enorme incendio que comenzó el 4 de diciembre en el aledaño condado Ventura. La contingencia incrementó notablemente para otros grandes incendios en los condados de Los Ángeles, Riverside y San Diego.
Los meteorólogos señalaron que los vientos en Santa Ana que avivaron los incendios en toda la región la semana pasada continuarían en algunas zonas hasta, por lo menos, la tarde del lunes.