Nicolás Almonte es el fundador de Guaraguanó Foods, una empresa que diversificó la producción del casabe
En la provincia Santiago Rodríguez, el señor Nicolás Almonte no requiere presentación. Hablar de él equivale a hablar de casabe y de trabajo. Es un emprendedor de mil batallas y hombre acostumbrado a lidiar con el éxito.
Pero ese éxito no llegó solo; es el resultado de largas jornadas. Se le atribuye haber diversificado el casabe, hasta los niveles en que puede verse hoy en las góndolas de los supermercados y otros establecimientos de expendio de alimentos.
Nicolás es el fundador de Guaraguanó Foods, la industria que poco a poco ha ido dejando atrás la torta grande aquella de casabe que conocía la gente, hasta elaborar una más amigable a la dentadura y al paladar de los consumidores.
“Es más ligera y más gourmet”, le dice el emprendedor al periódico elCaribe mientras sonríe. Tiene 71 años y los acompaña de buen de ánimo. Le gusta hablar del tema, pero puede moverse a otros con facilidad. No lo alardea, pero se nota que “ha tirado páginas para la izquierda”, es muy leído. La empresa ha realizado exportaciones a países como EE.UU y se esfuerza para conquistar otros espacios.
“El casabe es importante. Si usted ve las góndolas en el país, notará que tenemos el 25% del espacio de ellas, en los lugares donde ponen pan y las galletas”, explica, en un diálogo que se da a media mañana a la puerta de su empresa.
Es un día no laborable, pero huele a ajo y a yuca. Se nota que la jornada de la víspera fue intensa. Suele ser así. “Esta empresa, calculando toda la cadena, desde el sembrador de yuca con la que se hace el casabe, hasta el trabajador de planta, aporta más de mil empleos directos”, calcula, con cierto dejo de satisfacción. “Guaraguanó tiene seis empleos en Estados Unidos. Vamos creciendo y damos hasta belleza a los espacios donde se ve la colocación del casabe”, agrega. “Ya la clase media alta del país consume casabe”, asegura Nicolás Almonte.
Santiago Rodríguez, la provincia a la que pertenece Nicolás, es la pionera en la fabricación de casabe, especialmente el municipio Monción, donde está la fábrica Guaraguanó. “Como empresa estamos en Estados Unidos, exportando directamente. Desde 1978 de aquí salió el primer contenedor, pero lo hacíamos a través de empresas a las que vendíamos y a las que había que maquilarles con sus nombres”, rememora Nicolás Almonte, haciendo gala de una memoria que probablemente deja sorprendidos a los periodistas Alex Jiménez, Jairon Severino y a Néstor Estévez. Están presentes mientras se dialoga, junto a otros colegas.
“Guaraguanó quiere llegar desde el burén hasta el consumidor que está en Estados Unidos y en Europa. Para eso ya le di el visto bueno a mi hijo, que es una persona con mucha capacidad, con mucha creatividad y con muchos deseos de trabajar”, dice Nicolás. Se refiere al mayor de cuatro vástagos que tiene, quien es el gerente general de Guaraguanó. En el grupo solo hay una hembra.
Cuando Nicolás habla del “burén” se refiere a la plancha o cazoleta plana que se utiliza para cocinar el casabe. Del negocio se benefician otros productores. Eso, porque gracias a la diversificación que ha logrado Nicolás, el casabe no es exclusivamente de yuca, sino que hay combinado con ají (casabe al ajillo), maní, macadamia, guayaba y otros productos agrícolas. “El casabe es neutro, es mudo, pega con todo. Por eso, la cadena es amplia”, expresa el empresario.
Desde su punto de vista, el casabe es bueno para la digestión y se deja acompañar de chicharrón, de queso, salami, tuna o cualquier otro producto.
La estructura
El local donde está Guaraguanó actualmente ha tenido modificaciones conforme ha ido avanzando el tiempo. A la empresa se le puede contactar a través de las plataformas de redes sociales como @GuaraguanóFoods. La empresa está ubicada en Duarte número 37, Cañada Grande, Monción.
Guaraguanó comenzó el 16 de julio de 1976, con cuatro burenes de barro, un molino eléctrico, una prensa de palos y piedras para sacarle el agua a la yuca y extraer la materia prima de ésta.
Nicolás Almonte aprovecha para resaltar que para negocios como el suyo ha sido de gran ayuda la existencia de la Ley 28-01, que crea una Zona Especial de Desarrollo Fronterizo, y que finaliza en 2020. Espera que los legisladores aprueben una extensión de esos beneficios.