Una mujer con dos meses de embarazo, perdió la criatura, tras enterarse del asesinato de tres niños y la madre de estos a pocos metros de su casa, en el barrio Enriquillo, de la Carretera Sánchez.
“Fui el mismo día a la clínica y estuve en reposo, pero igual lo perdí”, narró Luz Merlín Advancala Sabad, CDN, canal 37.
La joven es un ejemplo de las secuelas que ha dejado en residentes del barrio Enriquillo el asesinato de Reyna Isabel Encarnación González y sus tres hijos, por cuyo hecho se acusa a Víctor Alexander Portorreal, pareja de esta.
Aquel fatídico día cuando fueron descubiertos los cuerpos, Luz Merlín se enteró del hecho por los comentarios de vecinos, pero solo bastó que dijeran que las víctimas eran niños para que la noticia le afectara negativamente.
“Inmediatamente ella supo el problema, de una vez se agarró el vientre y se quejó, le pregunté que qué pasó y me dijo que se sentía ‘algo’ y cuando fue al baño, como a la hora empezó a manchar. Fue al médico y la pusieron en reposo”, explicó Magaly Pozo, madre de la joven.
Por su estado emocional no quiso dar la cara frente a las cámaras. Asegura que ese día, será inolvidable.
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Otra pena que se le agrega a la joven es que su abuela, se encuentra ingresada en un centro de salud. A la señora Luz del Carmen Pozo días antes le había dado una trombosis, se estaba recuperando, pero tras los asesinatos, empeoró.
Como ella, vecinos consultados, aseguran sus vidas han cambiado, luego de que los cuerpos fueran descubiertos el pasado jueves. No duermen, no comen bien, no quieren pasar frente a la vivienda donde ocurrió el hecho.
“El lugar está atemorizado con esta tragedia porque eso nunca aquí se había visto”, dijo uno de los vecinos.
Mientras que una de las vecinas de la familia asesinada confesó que desde ese día olvida todo y dijo que ha sufrido un trauma que será muy difícil de superar.
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Pero la preocupación más grande son los niños, están atemorizados. Señalan que ya algunos vecinos se han mudado y otros no quieren regresar. Por lo que piden asistencia psicológica.
“Hay muchos niños que vieron ese caso y si yo siendo adulto estoy así, imagínese un bebé, es algo increíble”, sostuvo Luz Merlín
En todos los alrededores se siente la tristeza. El ambiente esta pesado y aún persiste el mal olor que llevo a los vecinos a preocuparse. Este miércoles fueron hasta allí bomberos del Distrito Nacional, quienes echaron agua en la vivienda, donde aún quedan rastros del hecho y cuyas paredes guardan los detalles de esa tragedia.