Magufuli, cuya ausencia en público desde el pasado 27 de febrero había desatado numerosos rumores sobre su salud, falleció hoy en torno a las 18:00 hora local (15:00 GMT) en Dar es Salam, la capital económica de Tanzania, precisó Suhulu en la televisión estatal TBC.
Según la vicepresidenta, el mandatario había ingresado en un hospital por un achaque la semana pasada. “Tenía una enfermedad cardíaca desde hace algunos años”, explicó.
“El país estará de luto durante dos semanas”, afirmó Suhulu, visiblemente apesadumbrada.
El pasado lunes, la vicepresidenta pidió a sus compatriotas unidad y ya dejó entrever que podría estar enfermo Magufuli.
Desde su última aparición pública el 27 de febrero, se habían multiplicado los rumores sobre la salud del jefe de Estado, un negacionista de la covid-19, quien podría haber buscado asistencia médica en el extranjero tras infectarse del coronavirus, según aseguró la oposición, aunque ese extremo no ha sido confirmado oficialmente hasta la fecha.
“No es nada inusual que el cuerpo de una persona esté indispuesto y contraiga gripe o desarrolle fiebre. Esto es bastante normal. Sin embargo, éste es el momento para que los tanzanos se unan a través de la oración”, dijo Suhulu este lunes.
Sin precisar de quién hablaba, la vicepresidenta señaló que circulaban muchos rumores que no deberían inquietar a los tanzanos.
“Tanzanos, debemos trabajar juntos, estar unidos y construir nuestra nación. Los rumores que escucháis no se originan en Tanzania, son de fuera del país”, indicó.
Fue la segunda vez, en menos de una semana, que el Gobierno intentaba disipar los rumores sobre la ausencia del presidente.
El viernes pasado, el primer ministro tanzano, Kassim Majaliwa, acusó a la diáspora de especular sobre el paradero del Magufuli con el fin de incitar al odio.
Majaliwa dijo que habló con el presidente por teléfono el viernes y que estaba ocupado leyendo documentos.
“Los tanzanos pueden estar seguros de que su presidente está cerca, sano y trabajando duro”, aseguró el primer ministro.
Magufuli fue visto por última vez en público el 27 de febrero en la ceremonia de juramento de su jefe de gabinete, que tuvo lugar en la residencia presidencial en Dar es Salam.
El exiliado líder de la oposición, Tundu Lissu, que perdió las elecciones presidenciales de octubre pasado ante Magufuli, afirmó la semana pasada en su cuenta de la red social Twitter que el mandatario viajó a India en estado crítico tras haber sido evacuado primero a la vecina Kenia para recibir tratamiento por la covid-19.
“Mis propias fuentes en el TISS (Servicio de Inteligencia y Seguridad de Tanzania) dicen que (el presidente) está con covid bajo cuidados intensivos y está paralizado de un lado y de la cintura para abajo después de un derrame cerebral”, apuntó el líder opositor, exiliado en Bélgica, este lunes.
La situación real de la pandemia en Tanzania es desconocida debido a la falta de transparencia y al negacionismo que han mantenido las autoridades, con Magufuli a la cabeza.
En marzo de 2020, poco después de detectarse el primer caso de covid-19 en el país, el presidente aseveró que “el corona(virus) es el diablo y no puede sobrevivir en el cuerpo de Cristo”.
Su política se basó entonces en pedir a sus compatriotas “rezar” para combatir la enfermedad y en criticar las medidas de Occidente.
Desde finales de abril de 2020, Tanzania no publica ninguna cifra oficial de la enfermedad, lo que dejó estancados los contagios en 509, de los que 21 acabaron en muertes.
En el mes de junio, el jefe de Estado declaró superada la pandemia en el país gracias a la intervención divina.
Casado y padre de tres hijos, John Magufuli gobernaba este país del este de África desde 2015. EFE