Fuentes policiales citadas por The New York Times y de organizaciones haitianas mencionadas por The Washington Post responsabilizan del secuestro a esa banda armada, que lleva años sembrando el terror en los suburbios de Puerto Príncipe y que controla parte de la localidad de Ganthier, donde se produjo el rapto.
La banda ha puesto el foco recientemente en las iglesias y los grupos religiosos, y en abril pasado secuestró a 10 personas, entre ellas varios religiosos, dos de ellos franceses, que fueron liberados a finales de ese mes en un caso que precipitó la dimisión del entonces primer ministro haitiano, Joseph Jouthe.
El grupo secuestrado este sábado estaba compuesto por 5 niños y 12 adultos, todos ellos miembros de la asociación de misioneros Christian Aid Ministries, con sede en el estado de Ohio, en el medio oeste de Estados Unidos.
Así lo confirmó esa asociación en un comunicado este domingo, en el que precisó que, de los secuestrados, 16 son estadounidenses y uno es canadiense, y que, de los 12 adultos, 7 son mujeres y 5 hombres.
“Pedimos rezos urgentes para el grupo de trabajadores de Christian Aid Ministries que fueron secuestrados mientras estaban en un viaje para visitar un orfanato el sábado 16 de octubre”, indica el comunicado publicado en la web del grupo.
“Estamos buscando directrices de Dios para resolver esto, y las autoridades están buscando formas de ayudar”, agrega la nota de la asociación, que encomienda “la situación a Dios”.
El sábado por la noche, Christian Aid Ministries envió un mensaje de audio a otras organizaciones en el que explicaba que los misioneros habían sido secuestrados cuando se encontraban volviendo a casa en autobús, después de visitar un orfanato en Fond Parisien, informan The New York Times y The Washington Post.
Uno de los estadounidenses secuestrados pidió ayuda en un mensaje publicado en un grupo de WhatsApp justo después del secuestro, aseguró al Post una fuente familiarizada con lo ocurrido.
“¡¡Por favor, recen por nosotros!! Nos han tomado como rehenes, han secuestrado a nuestro conductor. Recen, recen, recen. No sabemos a dónde nos están llevando”, rezaba el mensaje.
Gédéon Jean, director del haitiano Centro de Análisis de Investigación en Derechos Humanos (CARDH), aseguró a ese diario washingtoniano que el “modus operandi” de la citada banda armada es “secuestrar autos y autobuses enteros” y pedir después “un precio para liberar a todo el mundo”.
Preguntada por el caso por Efe, una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. no confirmó la noticia del secuestro, algo que tampoco han hecho de forma directa las autoridades haitianas.
“El bienestar y la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero es una de las mayores prioridades del Departamento de Estado”, se limitó a indicar la portavoz estadounidense.
Los secuestros se han vuelto habituales en Haití desde inicios de 2020, se producen de forma indiscriminada y afectan a personas de cualquier índole social, ya que se han convertido en una fuente de financiación de las bandas armadas que controlan numerosas barriadas de Puerto Príncipe y otras zonas del país.
Desde el comienzo del año, se han reportado 628 secuestros en el país, entre ellos 29 extranjeros de tres nacionalidades, según el CARDH, que advierte de un aumento “exponencial” de los raptos en los últimos dos meses.
Las pandillas concedieron una breve tregua en los secuestros de dos semanas entre el asesinato del presidente Jovenel Moise, perpetrado el 7 de julio, y su entierro, llevado a cabo el día 23 del mismo mes, pero después reactivaron su actividad. EFE