“Este régimen es autoritario. Estamos en una dictadura blanda y nos preocupan las garantías de las libertades individuales y la garantía de los derechos fundamentales”, dijo la manifestante Roselyne Gonle-Luillier, quien es una jueza.
Macron ganó la presidencia en medio de una ola de desilusión hacia los partidos tradicionales de Francia. Derrotó a la derechista Marine Le Pen en una segunda vuelta, pero muchos votantes están descontentos y temen que esté desmantelando el estilo de vida francés. Una de las reformas promovidas por Macron es aumentar los impuestos a los jubilados.
El ambiente festivo del sábado fue un alivio después de la violencia del Primero de Mayo, cuando hubo manifestantes que incendiaron vehículos y realizaron actos vandálicos contra un restaurante McDonald’s y otros establecimientos.
Un funcionario judicial dijo el sábado que siete personas han sido acusadas por los disturbios del Día del Trabajo. Las autoridades culparon a los atacantes enmascarados de un grupo anarquista llamado Black Blocs de haber interrumpido una marcha pacífica de trabajadores.