La migración haitiana hacia República Dominicana amerita un abordaje serio y comedido que considere todas sus aristas, a juicio del exministro de Relaciones Exteriores, ingeniero Miguel Vargas Maldonado.
El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) llamó la atención sobre este tema y lo imprudente que resulta analizarlo a la ligera.
“Las relaciones entre la República Dominicana y Haití, y la situación de los inmigrantes haitianos en nuestro territorio despiertan pasiones, sin embargo, deben tratarse con extrema prudencia por lo delicado y sensible del tema”, sostuvo el dirigente político.
Explicó que la crisis económica y política que confronta el vecino país ha creado un clima de tensión y puesto de manifiesto la acentuada debilidad de sus instituciones.
“Además, ha fomentado un incremento de la emigración ilegal hacia territorio dominicano, oportunidad para la trata de personas y otras violaciones a nuestras leyes”, alertó.
“Las consideraciones recientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) son erradas, inoportunas y simplistas”, dijo enfáticamente el excanciller.
Vargas agregó que éstas “dejan de lado la carga que supone para nuestro país la inmigración ilegal, no evalúan debidamente la realidad de la situación interna de Haití y, mucho menos, la falta de solidaridad de la comunidad internacional frente a un problema que atenta contra los valores democráticos y los derechos humanos”.
También explicó que “las autoridades dominicanas están obligadas a proteger nuestra frontera y a tomar cuantas medidas sean necesarias para la observación de nuestra ley migratoria, respetando siempre la dignidad de las personas”.
“Ciertamente, los problemas de Haití deben ser resueltos por los haitianos con el apoyo pleno de la comunidad internacional de naciones”, puntualizó Miguel Vargas.