Las consecuencias que el calentamiento global, provocado principalmente por las actividades antropogénicas, tiene sobre el medioambiente podrían ser irreversibles y alterar la vida sobre la Tierra como la conocemos. En este sentido, los ecosistemas oceánicos son unos de los más afectados por el aumento de la temperatura planetaria, siendo la subida del nivel del mar uno de los efectos más notables de este fenómeno.
El incremento en el nivel de las aguas marinas tendría un impacto devastador para muchos países y sus habitantes, quienes tendrían que reubicarse ante el hundimiento de las ciudades costeras. Asimismo, la economía y el comercio internacional se verían severamente afectados, ya que muchos de los principales puertos terminarían bajo el agua.
En este contexto, la NASA ha elaborado una herramienta de proyección del nivel del mar en la que se exploran cinco posibles escenarios resultantes de las políticas medioambientales y medidas de mitigación del cambio climático tomadas a nivel mundial, conocidos como Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSPs, por sus siglas en inglés). Las estimaciones de esta herramienta indican que, de continuar la tendencia global y no aplicarse “ninguna política climática adicional bajo la narrativa de desarrollo socioeconómico SSP3 (un escenario de referencia media alta)”, la temperatura global podría elevarse entre 2,8 y 4,6 grados Celsius para las últimas dos décadas del siglo XXI. Si eso ocurriera, los principales puertos y destinos turísticos de playa en México desaparecerían en los próximos 100 a 150 años.
Según las proyecciones hechas por la NASA para el escenario SSP3 para México, la costa del Pacífico sería la más afectada por el aumento del nivel mar, con lo que desaparecerían importantes puertos como Manzanillo (Colima), Salina Cruz (Oaxaca), así como el de Guaymas (Sonora) y Mazatlán (Sinaloa), todos ellos fundamentales para el comercio exterior que sostiene México. Asimismo, importantes centros turísticos como Cabo San Lucas (Baja California Sur) o Acapulco (Guerrero) quedarían bajo el agua.
Sin embargo, de acuerdo al recién publicado informe sobre la crisis climática de la ONU, aún es posible evitar un catastrófico futuro si se toman acciones antes de alcanzar el “punto de no retorno”. Para ello, indicaron los expertos, sería necesario “aplicar medidas inmediatas, contundentes y a gran escala para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. De darse este escenario, el calentamiento global se detendría hacia el año 2050 y se estabilizaría en torno a los 1,5 grados Celsius.