Santiago.-La Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en la República Dominicana (MENAMIRD), rechaza una vez más la idea de construir un muro en la frontera dominico– haitiana.
William Charpantier, coordinador nacional de la entidad entiende construir un muro en la frontera dominico -haitiana no detendrá la inmigración irregular, no detendrá el crimen organizado, no detendrá la trata y tráfico de personas, al contrario, incrementará las transacciones ilegales en perjuicio del País.
Indica que tradicionalmente en la frontera de Haití y República Dominicana, sus habitantes viven en armonía y fraternidad como ocurre en la mayoría de los países con habitantes que comparten territorio.
“En la frontera dominico-haitiana se debe reforzar el muro de la confraternidad y la solidaridad entre los habitantes. El muro de la buena convivencia y de buena vecindad, cada uno en su casa, pero poblaciones que se complementan con el trabajo, el comercio y las buenas relaciones de amistad entre los comunitarios”, apunta.
Y agrega, que en la frontera generalmente no se practica el sentimiento de superioridad racial, ni la discriminación racial y mucho menos la xenofobia, se vive con mucha armonía.
“Los habitantes de la frontera están conscientes de que son dos pueblos con cultura diferentes, cada uno en su casa, pero con la convicción de que se necesitan y tienen temas en común que hay que combatir, como es la pobreza, la contaminación ambiental, la inseguridad por el crimen organizado”, aduce William Charpantier.
Finalmente expresa que en la mayoría de los países que promueven la construcción de muro fronterizo, generalmente subyace en sus promotores el sentimiento de superioridad racial y actitudes discriminatorias y de xenofobia.
Indica que es de principio por parte de la Menamird rechazar la idea de construir muro tanto en la República Dominicana como en cualquier otra parte del mundo.
El domingo pasado, el presidente Luis Abinader dejó iniciado los trabajos para la construcción de una verja inteligente en la frontera dominicana de Dajabón con Juana Méndez en Haití, con una inversión de 1,700 millones de pesos.