La madre de Ángel Javier, víctima de sicariato en el caso que se le sigue a Arsenio Quevedo, Erickson de los Santos y otros, estalló en llanto este miércoles cuando el imputado Amauris Cabrera admitió su participación en la muerte de éste y otras víctimas.
Francisca Torres no pudo ocultar su dolor al escuchar a tras Cabrera admitir que de las siete balas, que según dijo, tenía su arma de reglamento, solo utilizó dos, durante el alegado “confuso incidente”, en el que resultó muerto Javier y otros.
La audiencia tuvo que ser recesada por 20 minutos, ya que a Torres le siguieron otros familiares de las víctimas que también comenzaron a llorar.
También Ercilia Félix, madre de Kelvin Félix, otra de las víctimas, denunció que cada vez que ella daba declaraciones a la prensa alegadamente Octavio Reynoso y Cabrera la mandaban a amenazar con matarla.