El ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, planteó que en una posible reforma al Código Laboral dominicano lo que se quiere es atender –lo más que se pueda- los temas pendientes de años y décadas.
“Pero también quisiéramos, hasta donde se pueda, crear las condiciones para que el desarrollo de las nuevas realidades del mundo del trabajo estén atendidas. Esto, para que el Código pueda durar veinte, treinta o cuarenta años más”, dijo, en la Entrevista Especial de elCaribe y CDN, correspondiente al tradicional Almuerzo Semanal.
Luis Miguel De Camps entró en detalle sobre una serie de temas y procuró dar respuesta a cada una de las preguntas que le fueron formuladas. Dejó claro que el gobierno se opone a la eliminación de la cesantía, y planteó que sí deben construirse mejoras en todos los ámbitos.
“Ya sea de seguro de desempleo o de fondo de protección de desempleo, o el nombre o estructura que tome; no tiene que ver con cesantía… Es otra cosa; es un subsidio”, indicó.
Explicó que en el Sistema de Seguridad Social dominicano existen diferentes subsidios, como el de maternidad y lactancia, y que uno de los subsidios del mundo (en el ámbito de Seguridad Social) es el de desempleo, único que República no ha desarrollado aún.
“Lo que quisiéramos lograr, sea seguro, sea un fondo o lo que logremos construir, es que una persona que se vea desempleada en un determinado momento por equis o Y causa, pueda tener el acceso a un ingreso mínimo, pero al mismo tiempo registrarse en la bolsa de empleo y lograr capacitarse para mayores niveles de empleabilidad y lograr entonces materializar un empleo formal (…)”, expuso el funcionario.
El ministro ha estudiado a fondo la ley que regula el empleo en República Dominicana y reconoce la longevidad de ésta y los vacíos que tiene frente al contexto actual. El día 29 de mayo se cumplirán 30 años de la promulgación del actual Código de Trabajo (Ley 16-92) y en esas tres décadas de existencia el mundo ha cambiado bastante.
Luis Miguel De Camps, que antes del cargo que ostenta no había ocupado ningún otro en el Estado, rememoró que cuando llegó a la posición, en agosto de 2020, la pandemia de covid-19 tenía seis meses. “Desde que llegamos entendimos el tema del teletrabajo, porque si nos poníamos a esperar una ley, a esta fecha no habríamos tenido nada. Y por eso emitimos una resolución”, recordó.
Esa resolución a la que hace referencia –y que incluyó cuestiones novedosas en la legislación laboral por primera vez- se emitió en noviembre y se complementó en diciembre de 2020 (la pandemia comenzó en marzo del mismo año).
Entre las novedades, incluyó el derecho a la desconexión, (el respeto a la semana laboral, esencialmente) y se estableció en esa resolución el reconocimiento del respeto al derecho de la intimidad, tomando en cuenta que gran parte del teletrabajo se ejerce desde la residencia.
“Obviamente, el mecanismo de vigilancia está taxativamente prohibido en la resolución”, apuntó.
Dijo que, indistintamente del proyecto, es uno de los temas que está planteado para ser incluido en la reforma del Código. Y agregó que “entre las cosas que muchas veces no se mencionan en las discusiones sobre la ley, están los nuevos tipos de relaciones laborales, entre ellos, el trabajo a distancia y el teletrabajo”.
Desde el punto de vista de Luis Miguel De Camps, a medida que se han ido desarrollando las tecnologías, especialmente las de comunicación, ha ido desapareciendo gradual, pero firmemente la frontera del trabajo, no así las fronteras de las personas, de los seres humanos.
Citó, a modo de ejemplo, que si alguien contrata a una persona equis que está en otro país porque puede trabajar a distancia, en esa relación laboral no queda claro en dónde cotiza ese trabajador, cuál sistema de protección tiene, ni cuáles son los derechos laborales que se le aplican.
“Hay un problema serio que ya se está comenzando a ver. Lo menciono, porque creo es un elemento que ilustra mucho los cambios que ha sufrido la realidad del mundo del trabajo, sobre todo en los últimos quince años. Y si tú le pones treinta años, es aún más”, indicó.
A De Camps le ha tocado encabezar el Ministerio de Trabajo en una coyuntura difícil, posiblemente la que más, en medio de la crisis sanitaria, que afortunadamente, en el caso dominicano, ha ido superándose. Los números de empleos y de turismo, por ejemplo, así lo evidencian.
“Mire, si algo hay que reconocer es que este gobierno, a pesar de haber llegado en el peor momento de la pandemia, ha logrado avances importantes en la atención de esa pandemia. Y en el ámbito del derecho de trabajo fue fundamental el comportamiento de los trabajadores y de los empleadores”, sostuvo el ministro, respondiendo a las distintas interrogantes surgidas en la conversación.
Por la parte de multimedia participaron los directores de elCaribe y CDN canal 37, Nelson Rodríguez y Alba Nely Familia, respectivamente, así como Julissa Céspedes y Katherine Hernández, de la planta televisora; Héctor Marte y Yanessi y el autor de este escrito (Martín Polanco), por la parte del diario.
Luis Miguel De Camps, abogado de profesión, resaltó el consenso que se logró en plena pandemia, para la emisión de una resolución que permitió el establecimiento de una burbuja sanitaria laboral, especialmente para el sector turístico (octubre 2020) y posteriormente el consenso para la resolución que versó sobre el teletrabajo. Pero también se logró –en todo el año 2021 y principios del año actual- quince aumentos salariales, todos bajo la sombrilla del consenso.
“¿Por qué menciono esto?; Lo hago porque los actores del tripartismo han estado actuando a la altura de la circunstancia, y yo soy de criterio –y la experiencia lo está demostrando y ojalá siga así- que existe la amplia posibilidad de que las reformas que se están promoviendo se puedan producir”, indicó.
El único salario que no se ha ajustado es el del sector público. Los demás sí.
Desde la óptica del ministro, una de las mejoras necesarias en el Código de Trabajo tiene que ver con la ampliación de las capacidades del Ministerio para poder hacer que el cumplimiento sea más barato que el incumplimiento (para el caso de las empresas que emplean personas y que incurren en violaciones de derechos y/o maltratos).
Aseguró que “en estos momentos el Código Laboral tiene trabas para hacer cumplir el propio Código”.
“Cuando un inspector hace una serie de investigaciones y se confirman violaciones, tiene que entregarle el caso a la Procuraduría General de la República a través del fiscal laboral, quien a su vez sigue el proceso en los tribunales de la República. Pero recuerden que el Código Laboral va a tener treinta años, y en esa época el derecho administrativo no se había desarrollado tanto (…)”, explicó.
La inspectoría y su fuerza, según Luis Miguel De Camps
Una de las sugerencias y propuestas que se está discutiendo en la reforma de la norma es justamente el fortalecimiento del Ministerio de Trabajo o el fortalecimiento de la inspectoría, para que no sea más barato el incumplimiento que el cumplimiento, “porque existe una especie de fomento económico”.
“Por eso, en algunos casos ha tenido que recurrirse a una acción de tal envergadura”, expuso Luis Miguel De Camps.
Ofreció la explicación, en respuesta a una pregunta formulada por la directora de CDN, sobre el cierre reciente de una empresa de aluminio, tras detectarse que se producían en ella violaciones a la ley, como prácticas abusivas que ponían en peligro la vida de los trabajadores.
Esa empresa es Kington Aluminium, ubicada en la Zona Franca Industrial Riosur. “Lo que tendría que hacer una empresa que es cerrada, para que pueda reabrir, es cumplir con la ley”, le dijo el ministro De Camps al periódico elCaribe, cuando se le preguntó sobre el particular.
Es la primera vez en el país que la autoridad se ve obligada a tomar una medida tan fuerte, como la del cierre de la citada industria.
El Manual de Inspectoría: un gran logro
Hace dos meses la institución logró la emisión del Manual de Inspectoría en alianza con la Organización Internacional del Trabajo, cosa que no se había hecho en muchos años. Eso ha sido parte de lo que ha facilitado el seguimiento de las denuncias y de las inspectorías ordinarias y extraordinarias.
Sobre los empleos que se habían suspendido en la primera etapa de la pandemia, el ministro informó que se recuperaron a los niveles previos a la situación sanitaria provocada por el virus. Y adicionalmente, según sus cálculos, al cierre del año 2021 había 40,000 más, “y todos los meses se puede verificar un proceso de incremento de los niveles de empleos y trabajadores del sector privado, sobre todo formales”.
Visión de Luis Miguel De Camps
En el Ministerio de Trabajo velamos siempre porque se mantenga una relación laboral adecuada, correcta y pacífica entre empleador y empleado”.
La construcción…
El sector construcción representa más de cuatrocientos mil trabajadores en el país, lamentablemente la mayoría de ellos son informales”