SAN JUAN, PUERTO RICO.- El equipo Toros del Este (República Dominicana) tiene un gran reto, y lo sabe muy bien su mánager Lino Rivera.
¿De cuál reto se habla? El reto de continuar ganando juegos, sin parar, en la Serie de Béisbol del Caribe -edición 62- que tiene como escenario el vetusto estadio Hiram Birhton de esta isla de unos cuatro millones de habitantes y que es un Estado Libre Asociado, con la protección por Estados Unidos.
Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, México, Panamá y Colombia -el seleccionado colombiano vino como invitado especial en reemplazo de Cuba- se disputan el trofeo que avala el Comisionado de Béisbol del Caribe, organismo que preside el abogado dominicano Juan Francisco Puello Herrera.
El certamen caribeño quedó oficialmente inaugurado el pasado sábado y concluirá el siete del cursante mes.
Lino Rivera le dijo a elCaribe que “me siento muy satisfecho y con toda la felicidad del mundo después de que mi equipo se coronara campeón. Y lo hicimos contra todos los vaticinios”.
Rivera, quien ha sido piloto ganador de coronas en República Dominicana en tres ocasiones (además de su conquista con los Toros del Este ha sido mánager ganador de los Tigres del Licey y las Aguilas Cibaeñas), reconoce que “no será una tarea tan fácil regresar a República Dominicana con el trofeo. ” pero vamos a luchar hasta lo último”.
La novena quisqueyana, con sede en la ciudad de La Romana (situada al este de Santo Domingo) estableció récord en partidos ganados en el campeonato otoño-invernal, el correspondiente a la edición 2019-2020.
En el inicio del torneo, que fue dedicado -In Memoriam- al ingeniero Carlos Morales Troncoso, dos veces vicepresidente de la República, los Toros del Este colapsaron en sus primeros cinco juegos. Se fueron de 0-5 y ahí mismo algunos analistas comenzaron a especular de que “no tenían ninguna posibilidad de llegar al Round Robin”.
¡Pero la práctica trillada por el aguerrido equipo de expansión marcó todo lo contrario tras no solo dominar la serie regular, sino, además, llegar a la cima en el Round Robin.
Los Toros siguieron hasta el tramo final -pactado al mejor de nueve juegos- donde sepultaron a los Tigres del Licey al concluir con la ganancia de cinco encuentros de los ocho partidos que se jugaron.