LISBOA.— Más de 1.000 bomberos, respaldados por 19 aeronaves, luchaban el martes contra un importante incendio forestal en el sur de Portugal por quinto día consecutivo, mientras cuestionaban la efectividad de la estrategia para contener las llamas.
Las autoridades esperaban que el descenso nocturno de las temperaturas permitieran contener por fin el fuego, que estaba controlado en un 95% el lunes en la noche. Pero las llamas siguieron avanzando por bosques secos e inaccesibles avivadas por las fuertes rachas de viento, agregaron.
El incendio se acercó a apenas a 500 metros del departamento de bomberos de Monchique, una localidad de 2.000 habitantes a 250 kilómetros (155 millas) al sur de Lisboa, mientras las autoridades desalojaron docenas de casas.
Según los servicios de emergencias, 29 personas han resultado heridas en el incendio.
Se desconoce cuántas casas ubicadas en el bosque fueron arrasadas por las llamas, aunque reportes en la prensa local apuntaron que se trataba de docenas.
Las labores de extinción del incendio provocaron críticas y algunos señalaron que la mala organización está obstaculizando los trabajos. Monchique fue identificada hace meses como una zona de alto riesgo.
Las tareas están coordinadas por la Agencia de Protección Civil, un organismo gubernamental supervisado por el Ministerio de Interior.
La Asociación Nacional de Bomberos Profesionales y el Sindicato de Bomberos Profesionales emitieron un comunicado conjunto señalando que la reciente reorganización de las capacidades de lucha contra el fuego realizada por el gobierno debe ser reevaluada y replanteada. Los colectivos pidieron una reunión “muy urgente” con el titular de Interior.
Portugal reforzó su respuesta a los incendios durante el inverno luego de que 109 personas fallecieron el año pasado a causa de los fuegos.
La previsión del tiempo para Monchique era “desfavorable” con rachas de viento del norte, explicó Vitor Vaz Pinto, comandante de distrito de Protección Civil. En la zona se esperan temperaturas de 35 grados C (95 F), lo habitual para el sur de Portugal en esta época del año.
Una ola de calor provocada por una masa de aire africano dejó temperaturas record, que llegaron a superar los 45 C (113 F) en algunas zonas de la Península Ibérica durante el fin de semana.
En España, los bomberos trabajaban en la extinción de un incendio el martes cerca de Valencia, en la costa mediterránea, respaldados por casi dos docenas de hidroaviones.
Las altas temperaturas avanzaron hacia el norte. En Francia, se espera que el centro y el noreste del país sean las zonas más afectadas por la ola de calor. Los termómetros podrían alcanzar los 40 C (104 F) allí.