James colaboró con 27 puntos y 12 asistencias, Kevin Love añadió 14 rebotes y los Cavaliers de Cleveland lucieron como un equipo distinto en casa el sábado, apretando a 2-1 la final de la Conferencia del Este con una victoria por 116-86 sobre los Celtics de Boston.Superados durante los dos primeros partidos en Boston, los Cavs echaron mano de una pausa de tres días para reagruparse y retomar esta serie. Edificaron una ventaja de 19 puntos en el primer periodo y la llevaron hasta 30 en la segunda mitad para machacar a los Celtics, equipo que cayó a una marca de 1-5 en gira durante estos playoffs.“Incluso cuando las cosas parecen derrumbarse, nosotros nos apoyamos mutuamente”, resaltó James. “Hoy los obligamos a hacer más pases y más dribles. Estuvimos volando y yo sólo fui un jugador más en la cancha que participé en este vuelo”.Cualquier discusión sobre la próxima decadencia de estos Cavs es prematura. Kyle Korver convirtió cuatro de los 17 triples de Cleveland, que contó con seis jugadores que aportaron doble dígito en puntos.El cuarto encuentro está previsto para la noche del lunes en Cleveland, antes de que la serie vuelva a Boston.Jaylen Brown se metió en problemas de faltas toda la noche y apenas anotó 10 para los Celtics tras promediar 23 en los dos primeros encuentros. Jayson Tatum añadió 18 tantos y Terry Rozier 13 para Boston.
Solamente 19 de 300 equipos se han recuperado de un déficit de 2-0 en los playoffs. James y los Cavs lo hicieron en 2007 y de nuevo lo lograron en 2016, cuando ganaron el título de la NBA.
Ahora, dieron el primer paso para intentar una tercera remontada.
Para disputar una final NBA por cuarto año seguido, los Cavs deben ganar cuatro de cinco y reescribir la ilustre historia de Boston, pues los Celtics tienen marca de 37-0 cuando ganan los dos primeros duelos de una serie de postemporada.
“Eso no me molesta. Los partidos deben ser jugados. Ellos ganaron dos juegos en su casa, que es donde sabemos que han jugado bien a lo largo de estos playoffs, pero no estamos desmotivados. Así que 0-2 no significa nada”, declaró el entrenador de Cleveland Tyronne Lue previo al tercer juego.
Ahora la misión luce un poco más fácil.