Dajabón.- El lanzamiento de bombas lacrimógenas contra un grupo de personas que marchaban con un cortejo fúnebre en esta ciudad, con el que exigían justicia por la muerte de un joven de manos de un militar, provocó la evacuación de personas de varias oficinas públicas y bancos comerciales por los efectos de los gases.
Las bombas fueron lanzadas en la calle Beller, próximo a la gobernación provincial, afectando al personal de banco Ademi y de Reservas; de las oficinas de Agricultura, Inapa, la universidad UTESA y otras.
Los artefactos antimotines fueron lanzados contra la marcha que se dirigida hacia la Fiscalía con el cadáver del joven Jhoel Rivas, de 26 años de edad, quien fue herido el pasado uno de abril por alegadamente intentar sobornar una patrulla de militares, y que ayer falleció en el Hospital José María Cabral y Báez, de Santiago, donde estaba internado.
Los efectos de los gases obligaron la salida del personal de referidos lugares, afectó además a motoconchistas y otros establecimientos de la zona, quienes tuvieron que abandonar por un momento.
La manifestación partió desde la comunidad La Vigía distante a cinco kilómetros de esta ciudad con destino hacia la Fiscalía, donde exigieron justicia contra un oficial del décimo batallón de infantería del Ejército identificado solo con el apellido Castillo, quien supuestamente impactó de dos disparos a Rivas, mientras conducía un motor.
Las bombas no impidieron que el cortejo fúnebre continuara su curso, mientras una cantidad de personas entre ellos, niños, ancianos y mujeres embarazas corrían desde el lugar de la escena en la calle Beller de esta ciudad.
Por el hecho donde perdió la vida Jhoel Rivas, también fue herido en con una pierda Eudis Fernández, residente en la comunidad Santa María, quien conducía una camioneta marca Ford Explorer, con un contrabando de 130 sacos de ajo procedentes de Haití.
Los manifestantes vociferaban “solo pedimos justicia contra el victimario, de lo contrario nos veremos en la obligación de realizar protestas contundentes”.
Las quejas seguían mientras permanecían con el cadáver frente al Palacio de Justicia, en cuyo balcón observaba a los funcionarios judiciales.
Los corresponsales Goyri Reyes, de telenoticias y Deuli Beato, de medios de comunicaciones Beller, recibieron asitencia médica por causa de los gases que inhalaron.
Por Arsenio Cruz