Como era de esperarse, los principales partidos políticos no respaldan la Junta Central Electoral en temas nodales de la propuesta que hizo de reforma a la ley 33/18. El PRM, PLD y FP rechazan eliminar el voto preferencial siquiera en el nivel municipal que era la aspiración del órgano. Ese es uno de los puntos que más complica el escrutinio y se presta a mayor descrédito del resultado porque la JCE necesita tiempo para dar el resultado. En elecciones cuanto más tiempo pasa para dar a conocer las conclusiones, menos credibilidad.
Así que la JCE tendrá que arar con sus propias uñas para salvarse del descrédito a que la someten la propia dirigencia de los partidos. Esas organizaciones también rechazaron la propuesta de la cuota de género 50/50 y apoyan mantener el modelo actual
de un máximo de 60 y un mínimo de 40 para hombres y mujeres.
Pero la peor noticia para la JCE, aunque era de esperarse, es que todos los partidos respaldan que siga organizando los procesos internos de los partidos para escoger los candidatos a cargos de elección popular. Si fuera en otra cultura política, las primarias de octubre serían un ensayo para probar el montaje de las elecciones de febrero y perfeccionar el sistema para las de mayo. Pero aquí no es así, los políticos, incapaces de resolver sus problemas internos le han tirado ese muerto a la Junta. Hay que confiar que ahora salga bien, sí o sí.
Apoya propuesta de dinero
El oficialista PRM apoya dos de las propuestas de reforma a la Ley de Partidos Políticos que hizo la JCE, las que tienen que ver con el dinero. Respalda el criterio para la distribución de los recursos económicos que reciben los partidos que hizo el órgano para que el 30% sea en partes iguales y el 70% en función de la cantidad de votos.
Es propuesta la FP ya advirtió que cualquier cambio sobre el artículo 61 debe incluir una disposición que establezca que es a partir del resultado del 2024.
También respalda el bajón que propone la JCE como a los gastos de la precampaña. El PLD y la FP apoyan que se mantenga como está ahora. Esos debates ya casi salen del horno, y serán buenos.