La Confederación Nacional del Comercio de Provisiones y Pymes (Confecomercio) consideró que es improcedente e inoportuno que el Poder Ejecutivo impulse una reforma fiscal en medio de la pandemia.
La organización advirtió al Congreso Nacional y líderes partidarios e instituciones sociales que el país no soportaría los estragos que generaría la imposición de una reforma, que sin dudas agudizaría la profunda crisis económica que vive el país.
“Consideramos que comerciantes han desaparecido en los últimos 18 meses, víctimas de la carestías, falta de suministro, altos costos operativos, delincuencia, pasivo laboral y competencia desleal. Antes de proponer y aplicar una reforma, el Gobierno debe buscar soluciones junto a la sociedad para de alguna forma mantener empleos”, sostuvo el presidente de Confecomercio, Gilberto Luna.
El dirigente comercial expresó que en estos momentos los precios de los alimentos continúan subiendo y se advierte un desabastecimiento de decenas de mercancías a consecuencia del entaponamiento y disminución en los despachos de productos industriales e importados en los mercados internacionales.
Luna resaltó que “es por ello que hoy llámanos a los comerciantes de provisiones a ponernos de pie y luchar para evitar más descapitalización, quiebra y pérdida de empleos”.
Enfatizó que en su condición de presidente de Confecomercio entiende que una reforma fiscal traerá más desempleo, desabastecimiento, incremento de precios, más quiebra en el comercio y las micro, pequeñas y medianas empresas, así como disminución del poder adquisitivo de la gente, reducción de la rentabilidad en los negocios y al mismo tiempo frenará la recuperación económica del país deteriorada por el covid-19.
El martes, el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, aseguró que el Gobierno no tiene todavía una definición sobre el tema de la reforma.