Londres,- El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo este jueves que las personas opuestas a la vacunas de covid que propagan “galimatías” en la redes sociales “están muy equivocadas”, al tiempo que confirmó que la vacunación “seguirá siendo voluntaria” en el Reino Unido.
En declaraciones a los medios durante la visita a un centro de inmunización en Inglaterra, Johnson señaló que es hora de que el Gobierno “lo diga”, aunque insistió en que este país no optará por “la coerción” a sus ciudadanos.
“Me gustaría decir que quienes hacen campaña contra la vacunación, la gente que pone esos galimatías en las redes sociales, están completamente equivocados”, afirmó.
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“Qué tragedia que teniendo toda esta presión sobre el NHS (servicio público de salud), todas las dificultades que nuestros doctores y enfermeros experimentan, haya gente por ahí esparciendo tonterías sobre la vacunación”, agregó.
El Gobierno británico ha hecho repetidos llamamientos a los ciudadanos para que se pongan la vacuna de refuerzo, que ha tenido menos acogida que las dos anteriores, al igual que las ofrecidas a los niños de entre 12 y 15 años.
Según los datos oficiales, un 90,2 % de la población británica mayor de 12 años se ha puesto una dosis de la vacuna, un 82,6 % la segunda y un 60,1 % la dosis de refuerzo.
De acuerdo con los psicólogos del comportamiento, hay diferentes razones para no vacunarse: cuestionar si es necesario, seguro o eficaz; la preocupación sobre los efectos secundarios; pensar que uno mismo tiene poco riesgo de contraer la covid; desconfianza en los servicios públicos por razones históricas o la desinformación.
También hay personas exentas por razones médicas o que acaban de sufrir el virus y deben esperar un tiempo.
El Ejecutivo de Johnson confía en la vacunación como primera línea de defensa para combatir la ola de contagios causada por la variante ómicron y rechaza por el momento introducir nuevas restricciones sociales, a pesar de reconocer que hay “una considerable presión” sobre los hospitales.
Un total de 24 centros hospitalarios se han declarado ya en situación de emergencia en Inglaterra y han limitado sus servicios, debido a las bajas de personal.