Londres.- La reina Isabel II acudió este sábado a presenciar las carreras de caballos de Royal Ascot, en Berkhire (Inglaterra), por primera vez desde 2019.
La monarca, de 95 años, que solía ser una visitante habitual de este evento, este año aún no lo había seguido en directo desde su comienzo, el pasado martes, y tampoco en la pasada edición, cuando se disputó a puerta cerrada por la pandemia.
La reina, que enviudó el pasado 9 de abril tras fallecer su esposo, el duque de Edimburgo, a los 99 años, llegó a Ascot a las 13.00 GMT en un automóvil beige, con un atuendo en tonos verde lima y sombrero a juego.
La soberana, muy sonriente, fue fotografiada saludando a los congregados, que la recibieron con aplausos.
Los caballos de la reina, de nombre “Reach For The Moon”, “Tactical”, “Light Refrain” y “King’s Lynn” tenían que competir esta tarde.
Los medios locales también recogieron la llegada al evento, con anterioridad, del nieto mayor de Isabel II, Peter Phillips.
Las carreras hípicas de Royal Ascot, famosas mundialmente en parte por los llamativos sombreros de los asistentes, terminan hoy con la asistencia de unas 12.000 personas, lo que ha sido posible gracias a que el hipódromo participa en un programa piloto del Gobierno para organizar de forma segura frente a la covid acontecimientos multitudinarios.
La soberana es una “fanática” de las carreras de caballos y cada mañana lee el diario especializado “Racing Post” para identificar a los sementales con más potencial a fin de mejorar sus establos reales, según reveló esta semana el director de éstos, John Warren.