El Miércoles Santo del año pasado el país conoció la muerte de la pareja de cristianos en Villa Altagracia a manos de agentes de la Policía Nacional. Tras un informe de los Estados Unidos sobre los abusos policiales en RD, el pueblo se remonta al día de la muerte de estos jóvenes.
Pasadas las 10:00 de la noche y tras salir de una campaña evangélica, Elisa Muñoz, de 32 años, y Joel Eusebio Díaz Ferrer, de 35, iban llenos de la presencia de Dios, de alegría y de gozo mientras se trasladaban a otro destino, sin saber que en poco tiempo tendrían un final devastador.
En su vehículo marca Kia color blanco, Carlos Pérez y Claudio Alberto Ramírez, la pareja iba llena de pláticas del evangelio cuando en su ruta fueron detenidos. Se trató de agentes policiales, quienes le indicaron parar.
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Los policías creyeron que “atraparon a los delincuentes”, cuando se trataba de una pareja de recién casados que apenas disfrutaban juntos a sus pocos meses.
“Nos hicieron parada, luego que nos hicieron parada comenzaron a apuntarnos y luego comenzaron a disparar (pan, pan, pan…)”, detalló Ramírez, uno de los sobrevivientes.
La sangre corría en los asientos delanteros, el cuello de Joel se desangraba a punto de quedarse sin fuerzas. El impulso de su cuerpo cayó sobre el acelerador, lo que hizo que el carro se desbordara a vía contraria, y que al emitir unos movimientos los agentes continuaran disparando, dijo Ramírez.
No pasó mucho tiempo para que el pueblo dominicano se vistiera de luto y exigiera justicia. El bombardeo de las redes sociales, los ciudadanos, la comunidad religiosa y dirigentes políticos generaron una presión en toda la nación por una depuración, sustitución y entrega de los agentes y la Policía Nacional.
El presidente Luis Abinader, habló al país entre indignación y pidió consecuencias inmediatas para los responsables.
Actualmente los agentes se encuentran bajo arresto y cumpliendo prisión preventiva, entre ellos están: el coronel César Maríñez Lora, encargado de la operación, el segundo teniente Victorino Reyes Navarro, el sargento Domingo Perdomo Reyes, los cabos Norkys Rodríguez Jiménez y Ángel de los Santos, así como también los rasos Anthony Castro Pérez y Juan Manuel Ogando Solis.
Maríñez cumple prisión en el centro de privación de libertad para oficiales del Polvorín de Villa Mella, en tanto que los demás imputados en el Centro de Corrección y Rehabilitación El Pinito, de La Vega.
En este caso también están involucrados los rasos Emil Alexander Rincón Martes y Guillermo Rosario Melo, quienes, igualmente, cumplen prisión preventiva.