Puerto Príncipe, (EFE) – El primer ministro de Haití, Ariel Henry, mostró este lunes su determinación de continuar al frente del Gobierno, a pesar del desafío lanzado por los opositores que consideran que su mandato concluye hoy.
Henry respondió a los opositores en un discurso a la nación, coincidiendo con la fecha en la que constitucionalmente debería de haber terminado el mandato del presidente Jovenel Moise, quien fue asesinado a tiros hace siete meses exactos, el 7 de julio de 2021.
Rodeado de sus ministros, el jefe de Gobierno habló durante 18 minutos, en una intervención en la que cargó contra los opositores que el pasado 30 de enero, ignorando su autoridad, nombraron a un “presidente interino” para el país, Fritz Alphonse Jean, exgobernador del Banco Central.
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“Nadie tiene la autoridad ni el derecho de reunirse en un hotel o en el extranjero para decidir en un pequeño comité quién será presidente o primer ministro. Todo esto es una distracción”, dijo Henry.
El gobernante aseguró que se está avanzando en el proceso de organización de las elecciones, a pesar del ruido político y del creciente clima de inseguridad que se vive en el país alimentado por las pandillas, a las que calificó de “terroristas”.
También amenazó con perseguir como “terroristas” a aquellos que se apoyen en las pandillas para tratar de hacerse con el poder por la violencia.
EL DESAFÍO DEL SENADO
Minutos antes de la intervención de Henry, el presidente del Senado, Joseph Lambert, difundió un discurso grabado, en el que defendió que la legitimidad de Henry expira este lunes, coincidiendo con el fin de mandato de Moise.
Lambert acusó a Henry de ser “el principal obstáculo” para el desarrollo del “diálogo nacional” con el que pretende alcanzar una solución a la crisis política en el país.
El jefe del Senado convocó para finales de esta semana “una gran reunión” de los diferentes grupos de la sociedad para consensuar una salida a la crisis, e invitó a Henry a acudir a esa cita.
El Senado es el único ente en Haití que cuenta con cargos electos, aunque desde enero de 2020 no es funcional, porque terminó el mandato de dos tercios de la Cámara y los diez senadores que siguen en activo no alcanzan el cuórum mínimo para reunirse.
LAS CALLES CASI VACÍAS
La incertidumbre por la disputa del poder llevó a la mayoría de la población a quedarse en casa, por lo que las calles de Puerto Príncipe estuvieron prácticamente vacías a lo largo de la jornada.
Este lunes no abrieron sus puertas ni las escuelas, ni la administración pública ni la mayoría de comercios, por temor a que se produjeran disturbios u actos de violencia, al ejemplo de los varios asesinatos que se produjeron el pasado fin de semana.
“Desde hace tiempo hay gente que piensa que puede tomar el poder con la violencia. Desde hace días hay hombres que deciden perpetrar actos terroristas disparando a ciudadanos pacíficos”, dijo Henry sobre esos sucesos.
En su discurso, Henry celebró la “madurez política” de la población, dado que este lunes no se vieron protestas ni actos de violencia.
Sí hubo una pequeña protesta en el sector de Pétion-Ville de Puerto Príncipe, organizado por un grupo de personas que demandaban justicia por el asesinato de Jovenel Moise, producido hace exactos siete meses.
La muerte del mandatario agudizó la crisis institucional que vive el país, que en estos momentos tiene un Ejecutivo cuestionado y un Legislativo y una cúpula del poder Judicial disfuncionales