Mientras el Ministerio de Salud sigue reportando el aumento de los casos de personas infectadas por coronavirus, cada día es más notoria la presencia de la gente en las calles del Gran Santo Domingo.
El temor a contagiarse con el virus que causa la mortal enfermedad COVID-19 parece no preocupar a miles de dominicanos que desde hace varias semanas han retomado sus actividades cotidianas. El movimiento en la ciudad parece indicar que los dominicanos siguen desafiando al coronavirus, pese a que Salud Pública ha exhortado a la población a no aglomerarse
Esa situación se vio reflejada aún más ayer, cuando en las principales calles y avenidas de la Capital se produjeron congestionamientos por la cantidad de vehículos que se desplazaban en horas de la mañana y hasta cerca de las 5:00 de la tarde, hora en que se da inicio al toque de queda decretado por el gobierno.
El relajamiento en el tránsito, que aprovechaban los que sí están obligados a salir a la calle, se vio interrumpido por la gran cantidad de carros que transitaban por las principales vías de desplazamiento del Gran Santo Domingo.
Para Beto Alcántara fue una verdadera sorpresa verse varado en el taponamiento de varios minutos que se produjo en la avenida Jacobo Majluta, en momentos que se dirigía a su trabajo.
“Desde que inició el estado de emergencia yo no había visto tantos vehículos en las calles. No entiendo por qué hay tanta gente fuera de sus casas, si se supone la mayoría están suspendidos de sus trabajos”, indicó.
A pesar de que las autoridades han reiterado que hay suficiente abastecimientos de alimentos en el país para suplir a la población durante la cuarentena, el afán por la compra de alimentos se hace cada día más evidente en las familias de la República Dominicana.
Desde las 7:00 a. m. miles de personas abarrotaron los supermercados en busca de productos agrícolas frescos y envasados para asegurar la alimentación de sus familias durante la cuarentena que vive el país.
Movimiento en ciudad incitaría a comerciantes
“Aunque está permitido el desplazamiento de carros, los grandes comercios permanecen cerrados y el flujo de personas que se ve a diario podría impulsar a esos negocios a querer abrir sus puertas y crear conflicto con las medidas establecida, porque querrán abrir también”, comentó un empleado de una gasolinera, quien dijo había atendido más clientes de lo habitual.