Moscú, 1 ago (EFE).- El último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, advirtió hoy de que la renuncia al tratado de eliminación de misiles de corto y medio alcance (INF), que será abandonado este viernes por Estados Unidos, hará que la política mundial sea “impredecible” y “caótica”.
“Con este paso, Estados Unidos hará que la política mundial sea impredecible y caótica”, dijo a la agencia Interfax Gorbachov, quien firmó el tratado con el entonces presidente de EE.UU., Ronald Reagan, el 8 de diciembre de 1987.
Gorbachov subrayó que la expiración del primer tratado de desarme de la Guerra Fría “dinamitará no sólo la seguridad de Europa, sino de todo el mundo”.
“Aún teníamos puestas esperanzas en nuestros socios, pero, lamentablemente, no se han justificado. Creo que ahora está bien claro que la seguridad estratégica ha sufrido un revés”, comentó.
Dadas las circunstancias, Gorbachov instó a intentar salvar el tratado START III, el pacto de reducción de armamento estratégico ofensivo que fue suscrito en 2010 y expira en 2021.
“A la vista de las declaraciones de los representantes de la Administración estadounidense, su destino no está nada claro. Si las partes tienen alguna reclamación o sospecha, hay que sentarse a la mesa de negociaciones”, apuntó.
Estados Unidos denunció hace seis meses el tratado INF ante la negativa de Moscú de destruir el misil de crucero ruso Novator 9M729 (SSC-8, según la clasificación de la OTAN), que violaría el tratado, de acuerdo con Washington.
El presidente ruso, Vladímir Putin, que también denunció el INF en febrero tras la decisión unilateral de EEUU, anunció medidas simétricas de respuesta y amenazó con apuntar con sus misiles a Estados Unidos si este desplegaba cohetes de corto y medio alcance en Europa.
El pasado 3 de julio Putin promulgó la ley sobre la salida rusa del tratado INF, que ya había sido aprobada por ambas cámaras del Parlamento ruso.
Rusia ha llamado en numerosas ocasiones a Estados Unidos a iniciar las negociaciones para renovar el START, que busca limitar el arsenal nuclear de las dos potencias de forma paritaria y, aunque tenía originalmente una vigencia de diez años, es posible prolongarlo de mutuo acuerdo por un máximo de cinco más.
No obstante, tanto el presidente de EEUU, Donald Trump, como su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, han sido muy críticos con el tratado, que limitaba a un máximo de 1.550 el número de cabezas nucleares estratégicas para cada uno de los dos signatarios. EFE