El sello del fallecido líder político José Francisco Peña Gómez marcó toda una época y la historia política del país, pero hay áreas dónde su nombre quedó escrito con letra de oro.
El Pacto por la Democracia, representación de los partidos en el Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) y el Pacto por la Gobernabilidad Municipal conocido como la “regla de oro” que se aplica en los municipios, fueron ideas del fallecido político en aras de la gobernabilidad institucional y política del país.
Para tener una idea de la importancia de ese enfoque de quien también fue síndico de la capital en el período 1982/1986, en el 2005 el país fue estremecido por una tragedia que ocurrió en Piedra Blanca, Bonao debido a que cuatro dirigentes políticos del PLD y el PRD perdieron la vida en medio de una balacera que se originó en la Sala Capitular de ese municipio por la elección del bufete directivo.
Ese hecho y otros actos de violencia que se registraban históricamente para la elección de los bufetes directivos de los ayuntamientos llevó a los partidos políticos a repetir desde esa fecha la denominada “regla de oro” que consiste en que el presidente de la Sala Capitular es del mismo partido o alianza de partidos del alcalde.
La idea de ese enfoque para mantener la gobernabilidad municipal fue planteada por Peña Gómez producto de su experiencia en el área municipal.
Sin dudas, que los mayores aportes al sistema electoral y fortalecimiento de la democracia lo hizo el fallecido líder político en Pacto por la Democracia firmado en el 1994 para poner fin a la crisis que se generó por fraude electoral que supuestamente le arrebató la presidencia de la República que había ganado ese año.
Para la firma de ese acuerdo con el entonces presidente Joaquín Balaguer, Peña Gómez propuso una serie de puntos, entre los que resaltan la elección de los jueces de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) por el Consejo Nacional de la Magistratura, la prohibición de la reelección presidencial consecutiva y cambios al sistema electoral.
Peña Gómez aportó en generar un árbitro electoral con mayor credibilidad pues fue de él la idea de que a los partidos de oposición se les permitiera un representante en la Junta Central Electoral (JCE) como respuesta a la imposición que hacía desde el Senado Balaguer con su Partido Reformista, que fueron mayoría en ese órgano. Igualmente, el fallecido líder político fue el propulsor del financiamiento público a los partidos políticos y fue parte de los acuerdos para resolver la crisis institucional del 1994.
Según las publicaciones, Peña Gómez propició el apoyo financiero a los partidos también para generar más equilibrio en la competencia electoral frente al partido que gobierna y que siempre se ha denunciado utiliza los recursos del Estado en beneficio del partido oficial.
A lo interno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) también dejó su impronta de su apuesta por la gobernabilidad en el ámbito político.
El fallecido líder en más de una ocasión tuvo que ingeniarse fórmulas para mantener la unidad de su partido entre las que se destaca el famoso dos y dos, que consistió en un reparto de los cargos electivos para diputados debido a los conflictos internos que se generaban en las primarias por los cargos electivos.
En el 1997 volvió a dar una lección en ese sentido cuando fue como candidato a la Alcaldía de la capital ante un conflicto por la boleta generado entre Julio Maríñez y Miguel Vargas. Peña Gómez falleció el 10 de mayo del 1998, seis días antes de las elecciones.
También propició la unidad regional en AL
El liderazgo de Peña Gómez saltó las fronteras dominicanas e impactó en América Latina a través de la Internacional Socialista, entidad de la que fue primero fue vicepresidente y luego presidente para América Latina. “En José Francisco Peña Gómez se desvela una clara lección sobre las políticas de alianzas nacional e internacional”, afirma la fallecida dirigente del PRD, Ana María Acevedo en un libro biográfico sobre el líder político que publicó en el 2013. Según afirma Peña Gómez influyó para que esa entidad ampliara su visión cerrada que tenía y se abriera espacio en los diferentes continentes del mundo. “La estrategia Norte-Sur que enarboló Willy Brand, como de la nueva misión del organismo, es un logro que puede atribuirse en gran parte a la influencia de Peña Gómez”, afirma Acevedo en la publicación. Willy Brandfue secretario general de la Internacional Socialista cuando Peña Gómez fue presidente para América Latina de la entidad y desarrolló una gran amistad con el político. Peña Gómez fue candidato presidencial en tres ocasiones seguidas en diez años. La primera fue en el 1990, quedó en tercer lugar; luego encabezó la boleta del PRM en el 1994 y un supuesto fraude en su contra generó una crisis en el país.