Una de las tres situaciones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) identificó como peligrosas para la economía dominicana durante este año, ya se está reflejando en condiciones de amenazas. Se trata del precio del petróleo.
En el informe rendido por la misión del FMI que estuvo en el país a principio de año y que fue aprobado el 22 de abril pasado, el organismo multilateral planteó que a pesar del buen desempeño económico recuperado a partir del último trimestre del 2017, persisten para la economía del país “riesgos a la baja”, principalmente de “factores externos”.
Identificó la procedencia de esas amenazas desde “el aumento de los precios mundiales del petróleo, condiciones financieras mundiales más restrictivas de lo previsto y una demanda externa más débil de lo proyectado”. El Gobierno previó para el 2018 un precio promedio del barril de petróleo de unos US$49.00, pero ese estimado ha sido superado ampliamente en los últimos tres meses. Ayer el crudo de Texas, que es referente utilizado para todo el mercado americano, cerró en la bolsa de Nueva York a US$69.06. El lunes había cerrado a US$70.73 el barril, el precio más alto de los últimos cuatro años.
El precio del petróleo incide tanto en el componente fiscal de la economía como en el externo, haciendo que su subida aumente los déficits, fiscales y de balanza comercial. Sólo en los primeros tres meses del año el incremento de los precios del crudo y sus derivados implicó un pago adicional en la factura petrolera de US$198 millones, equivalente a un 29.4% en comparación con igual período del 2017. Y en la parte fiscal, por las alzas que las subidas del crudo provocaron en el fuel oil, el combustible que todavía incide en más de un 30% en la generación eléctrica, el Gobierno tuvo que asumir un subsidio a la tarifa eléctrica por más de RD$4,000 millones en los primeros cinco meses del año, para mantenerla invariable.
Perspectivas según el FMI
El FMI, en su informe de la revisión anual que manda el artículo IV del convenio constitutivo de ese organismo, dijo que “las perspectivas económicas siguen siendo positivas” para República Dominicana y que se espera que la flexibilización monetaria de mediados de 2017 respalde una recuperación continua de la actividad económica en 2018. “Se prevé que tasas de interés activas más bajas y el dinamismo en el crédito luego de las medidas expansivas, junto a mayores salarios reales y empleo, continúen apoyando la demanda interna”.
Tras proyectar un crecimiento de 5.5% en 2018, con tendencia a la moderación a la tasa potencial de mediano plazo de alrededor del 5%, el FMI indicó que se espera que la inflación permanezca dentro del rango del 4 ± 1% del Banco Central, y que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se amplíe gradualmente acercándose a sus niveles históricos. Este último comportamiento proyectado fue asociado por el Fondo a “mayores precios del petróleo y el fortalecimiento de la demanda interna”.
Cinco variables basan diseño del Presupuesto
Todos los años, el Ministerio de Hacienda y su dependiente Dirección General de Presupuesto (Digepres) diseñan el presupuesto proyectando el comportamiento de al menos cinco variables, que son el precio promedio esperado del petróleo, la tasa de cambio, la tasa de interés principalmente en los Estados Unidos, la tasa de cambio local y el precio de la onza troy de oro. Para el Presupuesto del año en curso se proyectó una tasa de cambio promedio de US$50.17, el barril de petróleo WIT a US$49.20, la inflación en 4.0% , y el oro en US$1,275 la onza troy. Ayer el oro cerró en Nueva York a US$1,314.90 la onza troy, en alza.