El procurador fiscal titular de Santo Domingo, Milcíades Guzmán, aseguró este martes que “todo ha salido a pedir de boca” con relación a las investigaciones en el atentado donde fue herido el expelotero David Ortiz.
Guzmán indicó que las pesquisas del caso, por el cual cumplen prisión preventiva varias personas, las están llevado “perfectamente bien”.
“Es un caso que estamos llevando perfectamente bien, todos los imputados se están guardando prisión y hasta ahora los resultados son tal y como lo hemos previsto”, añadió.
Dijo que los resultados, de los cuales no entró en detalles, ha sido óptimos, ya que han obtenido en los tribunales las solicitudes que han hecho y las medias de coerción consisten en prisión preventiva impuesta a los imputados no han sido variadas por otras menos gravosas.
Sobre las personas que están prófugas, Guzmán no quiso referirse.
“Todo ha salido a pedir de boca del Ministerio Público como una muestra de que se ha hecho un trabajo perfecto”, sostuvo el magistrado durante una rueda de prensa donde dio a conocer los resultados de su primer año de gestión al frente de la Fiscalía.
De acuerdo a las autoridades, Ortiz fue herido por error, cuando se pretendía disparar contra Sixto David Fernández, quien también se encontraba en la misma mesa que el “Big Papi” en un establecimiento de diversión al momento del hecho.
Por el caso cumplen un año de prisión preventiva en diferentes cárceles Víctor Hugo Gómez Vásquez y Alberto Miguel Rodríguez Mota, quienes son señalados como los presuntos autores intelectuales del caso.
Además, Porfirio Ayendi Dechamps Vásquez (El Nene), Rolfi Ferreras Cruz o Ramón Martínez Pérez (Rolfi), Oliver Moisés Mirabal, Joel Rodríguez de la Cruz (Calamardo), Gabriel Alexander Pérez Vizcaíno (Hueso), Franklin Yunior Merán (Rubirosa), Lanny Estefanny Pérez Reyes, José Eduardo Ciprián (Chuki), Carlos Rafael Álvarez (Carlos Nike) y Junior César La Hoz Vargas (Yayo y/o El Lindo).
Continúa prófugo de la justicia Luis Alfredo Rivas Clase “El Cirujano”, quien según las investigaciones, junto a Oliver Moisés Mirabal Acosta y Alfredo Miguel Rodríguez Mota, se encargó de reclutar a los participantes de la operación de sicariato y se mantenía en constante comunicación con José Eduardo Ciprián y Carlos Rafael Álvarez, quienes supuestamente coordinaron la operación desde la cárcel del 15 de Azua.