La senadora del Distrito Nacional, Faride Raful, decidió no usar la transferencia de los fondos de asistencia social del Senado, atendiendo a las voces de sus electores y de la opinión pública que demandan la desaparición del denominado “barrilito”.
En una rueda de prensa, la legisladora anunció que en las próximas semanas someterá un proyecto de resolución que garantice de manera institucional la desaparición de esos fondos, los cuales constituyen “una distorsión del sistema”..
Subrayó que, en adición a eso, y como miembro de la Comisión Bicameral que estudia el Presupuesto de la Nación, propondrá una reestructuración de las partidas que maneja el Senado, para eliminar aquellas dirigidas al fondo de asistencia social o “barrilito” y su uso discrecional.
“Debido a que esos fondos forman parte del presupuesto 2020 del Senado, entendí que era sano impulsar y motivar un uso diferenciador de los mismos, sin caer en clientelismo, oscurantismo ni en discrecionalidades”, señaló Raful.
Sin embargo, sostuvo que rectificó su decisión debido a la controversia y a la confusión que se formaron en torno al plan de financiar una oficina técnica legislativa con esos fondos.
Agradeció a sus votantes y la opinión pública por acompañarle con sus voces de alerta. “Gracias por el respaldo y las críticas que como su representante asumo en todo momento, porque solo juntos podremos trillar el camino hacia una sociedad más justa y de derechos”, apuntó.
Faride explicó que nunca perdió de vista que el “barrilito”, como se ha usado históricamente en el Senado, es una distorsión marcada por su uso discrecional, clientelar y apartado de las funciones del legislador. Agregó que no varía su voluntad de mantener un equipo de alta calificación para legislar con la calidad que esperan sus electores.