Pese a la prohibición que existe de realizar cantos, actos, oraciones o discursos religiosos en el Metro de Santo Domingo, así como en el Teleférico, los evangélicos se han colado para predicar en los vagones en plena pandemia.
Esta práctica que fue vetada por la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret), en su manual de usuario de ambos sistemas de transporte publicado en 2019, se ha incrementado en los últimos meses por la incidencia del coronavirus en el país.
Sin importar que sea hora pico o no, estos religiosos aprovechan estar a bordo de las cabinas y la afluencia de personas para llevar su mensaje de “salvación” en cualquier momento.
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Muchos de los usuarios ante tal situación proceden a ignorar a esos predicadores.
Sin embargo, algunos son apoyados por los pasajeros y hasta se hacen parte de la evangelización ante los ojos de los miembros del Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro (Cesmet), personal dispuesto para mantener el orden y el cumplimiento de las normas en el interior del Metro.
En un audiovisual recientemente presentado por este medio, se observó a una mujer predicando en el interior de uno de los trenes del referido sistema de transporte.
La dama que tenía su mascarilla puesta vociferaba versículos bíblicos y hablaba de las conductas que no le gustan a “Dios”.
“Ningún chismoso le va bien con Jesucristo ¿hablo claro?, Jesucristo quiere que nos portemos bien, él no quiere desorden en la calle”, enfatizó la predicadora.
Ante tales palabras, los usuarios murmuraban acerca del mensaje de la señora, mientras que otros hicieron comentarios despectivos sobre su accionar.
Tanto en el Metro como en el Teleférico se impide el uso de equipos electrónicos, radios, grabadoras, y similares con la reproducción de audios que alteren la tranquilidad del viaje a los demás usuarios.
También, el manual precisa que al respecto solo se permitirá su uso con auriculares a un volumen tal que permita al usuario escuchar las informaciones emitidas por los altavoces de trenes, cabinas y estaciones.