Cada vez son más los estudiantes que se incorporan a clase presencial en los colegios privados del Gran Santo Domingo.
Desde la semana pasada, estos centros de estudios abrieron sus puertas a los alumnos de nivel inicial, primario y secundario bajo esa modalidad, que un momento se vio casi imposible volverla a implementar por la recurrente amenaza del covid-19 en todo el país.
No obstante, con el avance en el proceso de vacunación y por el estricto protocolo sanitario asumido por esas instituciones educativas, decenas de escolares retornaron a su salón de clases y se reencontraron con sus antiguos maestros y amigos, que por más de un año lo pudieron ver, pero a través de una pantalla.
Durante un recorrido por diferentes colegios se observó una asistencia considerable de la matrícula estudiantil, que conforme a los encargados aumentó desde ayer por diversos motivos.
Al hablar con los directores coincidieron en que la presencia de estudiantes es más notoria que la semana pasada debido a que muchos padres no tenían los medios económicos de enviar a sus hijos a las aulas.
Mientras que otros, optaron por la virtualidad y por la practicidad que representa ese medio de enseñanza. Sin embargo, al final optaron por enviar a sus vástagos a las aulas.
Sobre la asistencia, en el colegio Cealuz, ubicado en el sector Herrera en Santo Domingo Oeste, iniciaron la docencia el pasado jueves con una amplia asistencia de colegiales de nivel inicial.
La afirmación la hizo Zorangely Batista, directora de esa unidad educativa que integra estudiantes de todos los niveles. “Iniciamos el día 9 de septiembre aquí, pero no hubo casi asistencia, hoy lunes se integró el mayor número de niños y las inscripciones van subiendo”, expresó Batista a elCaribe.
Proceso de adaptación
Los titulares de colegios privados explicaron que por ser las primeras semanas y los pequeños se acaban de reintegrar, realizarán actividades de adaptación tras la virtualidad.
Coincidieron en que los estudiantes han reaccionado de una forma positiva al reencontrarse con los maestros y demás estudiantes, así como con las asignaciones y dinámicas escolares.
“Los niños están bien adaptaditos. No les he visto ningún trauma ni ninguna dificultad para adaptarse. Están muy contentos y al llegar la hora de irse no quieren hacerlo. Ellos necesitan esa socialización”, ponderó Ana Olga, directora del centro educativo Gessell en Herrera.