Turquía vetará la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN si los miembros de la alianza siguen respaldando a las milicias kurdas de Siria, el YPG, que considera “terroristas”, y permiten el activismo de otras organizaciones cercanas.
“No podemos dar el visto bueno a que en la OTAN, que es una organización de seguridad, acojan a organizaciones terroristas”, declaró el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en referencia a la actividad de militantes kurdos en los países europeos.
El mandatario lamentó que la Unión Europea sí considera organización terrorista a la guerrilla kurda de Turquía, el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), pero no extiende esta calificación a las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que actúan en el norte de Siria.
Erdogan subrayó que había explicado reiteradamente, apoyado con documentos, a los dirigentes europeos en sus entrevistas que las YPG son una “organización terrorista, engendrada por el PKK”.
“En todas partes en Alemania, Suecia, Finlandia o Francia, las organizaciones terroristas hacen manifestaciones, realizan marchas, sobre todo en Alemania. A sus dirigentes se les da seguridad. No nos los entregan”, denunció el presidente.
Agregó que hoy había mantenido una larga conversación telefónica con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, y que mañana hablaría con el Gobierno del Reino Unido y de Finlandia.
No precisó unas condiciones concretas para reconsiderar el veto y permitir el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN, pero dejó entrever que el problema no radica tanto en la actitud de los dos países candidatos sino en la de todos los miembros de la Alianza.
De hecho, Estados Unidos es el principal proveedor de apoyo militar a las milicias lideradas por el YPG en Siria para su lucha contra los yihadistas del grupo terrorista Estado Islámico.