México.- En los últimos 30 años el consumo de frutas y verduras en la alimentación de los mexicanos ha caído 30 por ciento, mientras que el de frijol casi 50, en una transición alimentaria que aún no concluye y que ha influido de manera negativa en el problema de salud pública que representa para el país el sobrepeso y obesidad.
Para Elsy García Villegas, especialista en Ciencias de la Salud por la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los hábitos sedentarios propiciados por el desarrollo tecnológico, la falta de planeación familiar de la alimentación y la excesiva carga y mal manejo del estrés son algunos de los factores que han contribuido a generar este grave problema de salud pública.
Tras lamentar que en algunas ciudades mexicanas ya se hayan presentado casos de niños en educación básica con hipertensión, la experta del Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) indicó que “los chicos de entre 12 y 19 años de edad llevan una alimentación poco equilibrada y baja actividad física; son cautivos de la comida rápida, del azúcar y de los postres, que estimulan el apetito y provoca el aumento de las porciones”.
Respecto a la transición alimentaria, García Villegas destacó que en las últimas décadas los antiguos mercados han sido sustituidos por plazas y tiendas de autoservicio.
Sugirió no dejar de lado las frutas: “consuman las de temporada para que el gasto no sea elevado, y si no pueden comer salmón, hay atún y sardinas, el caso es disminuir las carnes rojas, o sustituirlas con la combinación de cereales y leguminosas, como la fórmula tradicional milenaria: tortilla y frijol”.