El año 2019 será clave para hablar sobre la importancia del sexo dentro de las políticas públicas. Usted dirá: “Pero tú te pasaste el 2018 hablando sobre eso, ¿tú no te cansas?” Evidentemente no. Nueva Zelanda, Inglaterra, España, Brasil, Estados Unidos y sí, también la República Dominicana, conforman algunos de los países en donde reposan proyectos de leyes que amenazan con pulverizar una realidad material que nos concierne a todas y todos: nuestro sexo.
El miércoles 21 de noviembre del 2018, el Senado de la República Dominicana aprobó en segunda lectura el proyecto de Ley que crea el Sistema de Apoyo Integral para la Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, una propuesta del senador Félix Bautista. Entre sus enunciados, se define el sexo como: “las características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas de los seres humanos, que los define como hombre y mujer. Se reconoce a partir de datos corporales genitales; el sexo es una construcción natural, con la que se nace”.
Definir el sexo es importante. Especialmente cuando observamos, con cierta tristeza, que en el 2019 las mujeres y niñas en nuestro país andamos por la calle legalmente indefinidas. Nuestra constitución alega que somos “un género”. Pero ahora se ha armado tremendo reperpero porque han aparecido aproximadamente 94 géneros, y probablemente aparecerán incluso más, entonces, ¿qué somos nosotras?
Las mujeres somos seres humanos que encima tenemos el atrevimiento de conformar un sujeto político, por tantos años anulado. Yo siempre he sabido que la mujer no es ni un conglomerado de gente, ni una costilla, ni ninguna abstracción originada en las mentes falocéntricas. Pero para que nuestras leyes reconozcan este sujeto político, todavía falta esa palabrita que diga “promulgada”.
Ahora bien, reconocer el sexo como el eje de opresión que se tergiversa para subyugar a las mujeres y niñas, representaría solo el primero paso. Nos faltaría corregir la constitución de la República y proteger el sexo. ¿Protegerlo? Sí, más adelante habrá que blindar esa definición, para proteger el estatus de la mujer ante cualquier conflicto legal venidero que quiera penetrarle.
Recientemente, he estado pensando mucho sobre la relevancia del sexo dentro de las políticas públicas. Durante el año pasado he entrevistado a muchas compañeras feministas con más experiencia en este punto para que me lo expliquen. Entre ellas, cabe destacar el esfuerzo de las mujeres inglesas, quienes batallaron durante décadas para ser reconocidas como sujeto político, por derecho propio, y para que en Inglaterra, no solo fuera reconocido su sexo, sino que se protegiera ese sujeto político. Justamente la Ley de Igualdad inglesa promulgada en el 2010, es considerada una de las leyes de igualdad más avanzadas del mundo. Dentro de sus estipulaciones contempla un conjunto de ‘características protegidas’ que buscan prevenir y sancionar la discriminación en base a nueve ejes diferentes, incluidas entre estas el sexo.
Entre mis entrevistadas se encuentran la académica Kathleen Stock, profesora de filosofía de la Universidad de Sussex, la jurista Julian Norman, especializada en derechos humanos y derechos de inmigrantes y la educadora Kiri Tunks, sindicalista socialista y fundadora de la campaña Woman’s Place UK, la cual existe para proteger y fortalecer los derechos de las mujeres en el Reino Unido.
Según esta campaña política: “Las mujeres se enfrentan a desigualdad endémica, tanto a nivel estructural, como personal. Es por eso que el sexo es considerado como una característica protegida en la Ley de Igualdad del 2010, así que trabajamos para defenderlo”. En el espíritu de la transparencia, les informo que todas nosotras somos parte de la misma campaña, pero nos llegamos a conocer en persona el 10 de octubre del 2018 cuando Woman’s Place UK fue invitada al parlamento británico a explicar nuestros objectivos y Kathleen, Julian y yo fuimos seleccionadas como ponentes.
No haremos otro seriado sobre sexo y género, porque parece que hay mucha gente que se sulfura cuando se toca esta tecla. Lo que haremos será un conjunto de artículos en orden secuencial, presentando varias perspectivas respecto al concepto del sexo como característica protegida: una perspectiva legal, una perspectiva académica y una perspectiva activista. Y después seguiremos escribiendo, porque urge arrojar luz y democratizar este tema dentro de las políticas públicas.
Que actualmente estemos a un paso de consagrar a la mujer como sujeto político por derecho propio dentro de la ley representa una victoria para la República Dominicana, en el entendido de que estas son arduas batallas que usualmente duran décadas. Luego esta conquista habría que cementarla, expandirla y protegerla, porque definitivamente, ante desafíos como estos siempre hay que ir por más.