El padre Milcíades Florentino señala que la preocupación social es parte de la Doctrina Social de la Iglesia y un mandato del papa Francisco.
Para el padre Milcíades Florentino ser sacerdote hoy día implica vencer muchos desafíos, que van desde lo personal hasta lo social. Señala que un sacerdote no puede dormirse tranquilo frente al dolor de la injusticia ajena, del hambre, de la violencia, de la desnudez, pues entonces sería un extraterrestre.
No obstante, observa que los sacerdotes deben cuidarse de centrar las luchas sociales en su propia persona, ya que dejaría de ser un ente de equilibrio y opacaría el papel social de la Iglesia misma
Sostiene que ante una sociedad en desbandada que necesita de íconos morales, el aporte de los sacerdotes no solo debe circunscribirse a ser un hombre de Dios, sino ser un ente de equilibrio en los momentos de dificultades, para que los hombres nos dejemos llevar por la razón y no por los instintos.
Al conversar con elCaribe, el padre Milcíades habló de sus 25 años de ordenación sacerdotal, que celebra mañana martes día 3, así como de los problemas que enfrenta la Iglesia Católica debido a los escándalos que la han sacudido en los últimos años.