En el hospital Infantil Robert Reid Cabral, unos de los pocos pediátricos que tiene el país, han tenido que negarles el internamiento a pacientes por falta de ventiladores y pocas habitaciones disponibles.
Así lo afirmó el director de ese centro sanitario, Clemente Terrero, quien explicó que han presentado problemas con el internamiento de los pacientes, ya que tuvieron que cerrar muchas de las áreas destinadas para esos fines.
Dijo que en ocasiones el área de emergencia alcanza su máxima capacidad con padres junto a sus hijos que aguardan por una habitación para internamiento. “Pero tuvimos que cerrar algunas las salas de aislamiento, entre ellas la 332, 326 y la sala de neumología”, indicó.
Terrero explicó que debido a esa situación se vieron en la obligación de improvisar una sala para aliviar el congestionamiento que se origina en emergencia y los pasillos del centro infantil, en donde dos o tres pacientes tenían que esperar ser atendidos en una camilla.
Sostuvo que han tenido que apoyarse de otros centros, para contar por lo menos con un ventilador. “Nosotros hemos tenido que coger ventiladores prestados a otros centros. Por ejemplo, en estos momentos tenemos un ventilador que tuvimos que tomarlo prestado de la Maternidad la Altagracia”.
Dijo que de 31 ventiladores que tiene en existencia el hospital, solamente están funcionando 15, entonces cuando llegan más de 15 pacientes solicitando atención médica, “presentamos dificultad”.
“Hay pacientes que no podemos recibirlo porque no tenemos ventiladores. Y uno lamentablemente tiene que decirle a los padres que no podemos atender a sus hijos, aunque la situación atente contra la salud de los pequeños”, agregó el funcionario.
Otra de la precariedad por la que atraviesa el centro debido a la falta de espacio, es no poder recibir a los pacientes que son referidos de otros centros hospitalarios. “Tenemos las salas llenas por el déficit de una 75 camas”, insistió. Aunque para aminorar la escasez, dijo tiene pautado habilitar en los próximos días unas 28 camas más.
Planteó que de recibir la ayuda solicitada al Servicio Nacional de Salud (SNS), y se logra un control del gasto, podría ser factible mejorar la situación del centro sanitario.
No obstante, señaló que manejar la situación de esa forma y sacar el hospital adelante, le tomaría tiempo y retrasaría los planes de desarrollo y modernización que tiene contemplado para el hospital. “Tenemos planes de mejoras aquí que no sería bueno postergarlo”.
Dice no tenía acceso al control de los gastos
Al ser cuestionado sobre la función que desempeñaba en Robert Reid desde hace un tiempo, Terrero explicó que existen dos direcciones en el hospital: la dirección médica y la administrativa que no eran manejada por él, por tanto, no tuvo participación en el desempeño administrativo y de gastos. “Yo prácticamente era una figura decorativa, porque no me involucraron en ese tipo de cosa. Y yo no me inmiscuía, porque legalmente no me correspondían.