Presentar un presupuesto complementario ha sido una tradición de los últimos años a partir del primer semestre. Para el 2022 será prácticamente una obligación del Gobierno presentar una propuesta de corrección al Presupuesto General del Estado (PGE) 2022 aun cuando todavía no se ha completado la ejecución del primer trimestre.

La cuantía de recursos destinada por el Gobierno durante los primeros tres meses del año por concepto de subsidios para alimentos y combustibles supera las proyecciones sobre las cuales se diseñó el PGE.

La mayor distorsión se ha dado en la cotización del petróleo, estimado a un precio promedio por barril de US$62.70 para el año, pero que desde inicio del 2022 quedó superada esa cifra. La proyección original se hizo sin tomar en cuenta que surgiría un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, dos países productores de energéticos (petróleo y gas natural en gran escala el primero) y productos agrícolas, (trigo, maíz, soya) y fertilizantes. Las proyecciones se basaron en que el 2022 precio promedio esperado estaría influenciado, “en parte”, a que los efectos del “dinamismo de la reapertura económica empiece a normalizarse para 2022”.

El escenario del primer semestre del 2021, cuando comenzó el diseño del PGE 2022, era diferente al que ha surgido por la guerra entre Rusia y Ucrania, y los costos de combustibles y productos básicos en el mercado dominicano han obligado al Gobierno a otorgar subsidios en esos renglones por encima de las asignaciones ordinarias presupuestadas. Se teme que el Gobierno incluso difiera gastos en inversiones públicas, para destinar mayores recursos a las transferencias corrientes destinadas a compensar a los sectores más afectados por las alzas.

No era previsible crisis

Los diseñadores del presupuesto estaban conscientes, según los exponen en el informe explicativo de la propuesta, que “un aumento en el precio del barril significaría una presión sobre las obligaciones del Estado. Las transferencias constituyen gran parte del gasto del gobierno, en especial las transferencias focalizadas, destinadas a la seguridad y protección social, y las transferencias a la CDEEE para financiar el subsidio eléctrico. Un aumento en el precio del petróleo implicaría un aumento en la factura eléctrica y en consecuencia un aumento en las transferencias destinadas al subsidio eléctrico”, agrega.

Las previsiones oficiales daban cuenta que “el proyecto de Presupuesto General del Estado 2022 representa una ambiciosa apuesta por relanzar la inversión pública desde el territorio, con proyectos de alto impacto para el desarrollo local. El proyecto de Presupuesto General del Estado 2022 presenta el mayor volumen de recursos en gasto de capital del cual se tenga registro histórico”.

Para el año 2022 se plantea un tope de gastos para el Gobierno Central que asciende a RD$1,046,280.7 millones, lo que representa un incremento de RD$69,690.4 millones (7.1%) con respecto al presupuesto aprobado para el 2021, reformulado por medio a la Ley 166-21. Del total presupuestado, el 86.6% (RD$905,574.4 millones) corresponde a gastos corrientes, mientras que el 13.4% (RD$140,706.3 millones) restante son gastos de capital. De los gastos corrientes el Gobierno contempló destinar RD$279,179.0 millones (30.8%) a transferencias de corrientes. Este monto deberá aumentar, debido a las medidas de auxilio que ha tomado el Gobierno, para compensar los efectos inflacionarios incorporados por las alzas internacionales de precios.

Medidas compensatorias fueron anunciadas el 7

El pasado día 7 el presidente Luis Abinader anunció un paquete de medidas compensatorias, cuya cuantía no estaban definidas en el PGE 2022. Entre esas medidas está la de subsidiar los combustibles con el parámetro de que mientras el precio del West Texas Index (WTI) esté por encima de US$85 dólares por barril y por debajo de US$115 dólares, el Gobierno mantendría sin variación los precios internos de los hidrocarburos al nivel del 4 de marzo de 2022. El mandatario explicó que cualquier movimiento de precios por encima de US$115 por barril será traspasado a los precios internos, sin la inclusión del impuesto ad-valorem en el cálculo de los mismos. La medida tendría una duración inicial de 4 meses e implica que el Gobierno seguiría asumiendo un sacrificio fiscal mínimo permanente de por lo menos entre RD$600 y RD$1,000 millones semanales, que representarían aproximadamente entre RD$2,400 y RD$4,000 millones mensuales que representarían entre RD$9,600 y RD$16,000 millones de pesos durante sus 4 meses de aplicación, según explicó el presidente Abinader. También dispuso subsidiar en hasta un 10%, las importaciones de maíz, trigo, soya, harina y grasa vegetal, durante un período de seis meses.

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