En 2015, el gobierno municipal de Ostia fue colocado bajo control federal debido a que estaba infiltrado por clanes delictivos locales. Las autoridades los han acusado de homicidios, extorsión, narcotráfico y usura en Ostia.
El papa también censuró el abuso de poder y la arrogancia, y dijo que la gente debe apegarse a la “justicia, el decoro y la legalidad”.
Los periodistas que reportan sobre los mafiosos de Ostia han sido amenazados.
Francisco exhortó a la gente a sacudirse “el miedo y la opresión”.