El monto del subsidio que otorga el Estado para los adquirientes de las viviendas oscila entre uno y 1.2 MM

República Dominicana arrastra un déficit habitacional de décadas que llevará muchos años reducir; sin embargo, la actual Administración de gobierno, a través del Ministerio de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones (MIVEHD), tiene claro que debe encarar el problema y está trazando líneas puntuales para ello.

“Es un problema heredado, pero nosotros en un año vamos a construir 7,500 viviendas, que es lo que la pasada Administración construyó en ocho”, le dice el ministro de la Vivienda, Carlos Bonilla Sánchez, al periódico elCaribe y a CDN, canal 37 en la Entrevista Especial. Fue el invitado especial del almuerzo semanal de ayer, un espacio que aprovechó muy bien, tanto para enumerar lo alcanzado en 12 meses al frente del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), como los planes que tiene en carpeta para desarrollar en el ministerio en que se convirtió por el decreto 497-21 al citado organismo estatal, que se le encargó regentear.

Este año el INVI cuenta con un presupuesto combinado de alrededor de RD$15,000 millones, una suma que nunca antes había tenido, según Bonilla Sánchez. “Manejaba dos mil o tres mil millones al año. La diferencia es muy significativa y hace notar el compromiso que tiene el presidente Luis Abinader con la familia dominicana, porque en realidad una vivienda es para la familia”, sostuvo.

Recordó que la Constitución de la República establece el derecho que tienen las personas a acceder a una vivienda y que es un sector (ese de la vivienda) que estuvo muy olvidado por las diferentes administraciones que han pasado. “Es preciso dar la importancia que se merece el tema, porque es un sueño anhelado por muchos dominicanos, el de acceder a un techo propio”, indicó el funcionario.

Dejó claro que una de las encomiendas que se le hizo, cuando se le designó –primero en el INVI y ahora como ministro de Vivienda- fue la de reducir los déficits habitacionales, tanto desde el punto de vista cuantitativo (cantidad), como desde el punto de vista cualitativo (esto último se refiere a viviendas que, por ejemplo, no tienen agua, que están construidas con techos vulnerables, pisos de tierra y en zonas de alta vulnerabilidad).

Los números que maneja Bonilla Sánchez indican que el déficit de viviendas, tanto desde el punto de vista de la calidad como de la cantidad ronda los dos millones de unidades.

“Para atacar esos déficits tenemos dos programas. Uno de ellos se denomina Mi Vivienda, que implica la construcción de 7,500 viviendas de bajo costo para los dominicanos en un año, y además de eso el acceso a la vivienda para personas que nunca han tenido la posibilidad y que pagando aproximadamente diez mil pesos mensuales van a poder tener una. Además de eso, está el Plan Dominicana se Reconstruye, que implica la reconstrucción de más de 30,000 unidades, de las cuales ya llevamos 10,000. El plan es que ese programa continúe a lo largo del período gubernamental”, apuntó.

Acudió al encuentro en compañía de Eduardo Guarionex Estrella, viceministro de Cooperación y Relaciones Internacionales, y de Patricia Florentino, directora de Comunicaciones del MIVHED.
Por la parte periodística participaron Nelson Rodríguez y Héctor Linares, director y subdirector de elCaribe, respectivamente; Alba Nely Familia, directora de CDN, y Julissa Céspedes, conductora de programas de la planta televisiva.

La meta de reparación anual apunta a conseguir por lo menos las 15,000 viviendas, calculó Carlos Bonilla. Eso abarca desde reparación de pisos hasta la estructura de la vivienda. La mayor demanda de soluciones habitacionales se concentra en el rango de los 500 mil pesos hacia abajo, según el ministro, dejando claro que esos datos son estimaciones, tomando en cuenta que se requiere realizar un censo que profundice más en ese tema.

Informó que actualmente cursa en el Congreso Nacional un proyecto de ley que busca elevar el umbral de las viviendas de bajo costo hasta 4.5 millones (todas las que cuesten de ahí para abajo aplica el adquiriente para recibir un bono habitacional o bono-ITBIS). “Sería un beneficio muy importante para la clase media, que no alcanza el umbral establecido actualmente. Pero no queremos competir directamente con los desarrolladores privados. Damos los incentivos para que sea ya el mercado, es decir, los constructores, que armen esos proyectos y puedan crear fuentes de empleos y realizar esos proyectos. Nosotros nos dedicamos a los proyectos que son de bajo costo, que por cuestiones de presupuesto, los desarrolladores privados no podrían hacer”, explicó en la conversación.

Hasta ahora, el INVI califica como “de bajo costo” aquellas viviendas cuyo precio de venta es igual o inferior a RD$3,829,454.43,para los contratos firmados a partir del 1 de enero de 2021.

El monto del subsidio que otorga el Estado para un adquiriente de vivienda, oscila entre un millón y un millón 200 mil pesos, dependiendo de la unidad. Hay unidades de 52 metros y de 72. “Con eso es que hacemos posible que a la persona le salga un pago tan bajito cada mes, equivalente a 10 mil pesos”, expuso.

El Estado califica a las personas que le otorga el subsidio, porque es para personas que realmente lo necesitan. “La pareja de esposos tiene que ganar menos de cinco salarios mínimos mensualmente para poder acceder al beneficio, explicó el ministro. El MIVEHD, de otro lado, se ha comprometido a que los permisos de construcción se estarán entregando en un período de 2 a 3 meses. Actualmente el proceso toma hasta un año.

Vistazo a los 12 meses pasados

Como parte de los logros de la gestión de Carlos Bonilla, en el primer año al frente del INVI, se enumeró la construcción de edificaciones en 12 centros de salud y labores de remodelación en edificaciones de otros dos centros. En total, se lograron construir y remodelar 154,236 metros cuadrados y se sumaron 459 camas para pacientes en los centros de salud intervenidos, indican las números.

Las estadísticas oficiales mencionan, adicionalmente, la reactivación de obras en 13 centros de salud que se encontraban paralizadas en 10 provincias, lo que significará la incorporación de 847 camas adicionales, la consolidación de un equipo de jóvenes ingenieros altamente capacitados y comprometidos con la construcción de un mejor futuro para la República Dominicana y la implementación de buenas prácticas y herramientas profesionales adquiridas en el sector privado de la construcción, trasladadas ahora al sector público.

Las actuales autoridades asumieron la terminación de obras pendientes de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), como son hospitales y otros centros de salud, logrando, no solo cumplir con tiempos idóneos, sino con el uso responsable de los recursos del Estado, apegados a las leyes y procedimientos administrativos.

Desde el punto de vista de lo externado por Bonilla, este primer año de gestión es el mejor aval para la creación del Ministerio de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones, porque demuestra que es necesario que exista más transparencia en esa área de la gestión pública y evidencia que este es el camino para atender, con más eficiencia las necesidades de los dominicanos en materia de construcciones con propósito social. “Hemos trabajado en devolver la confianza a la gente en las instituciones y en sus servidores públicos, al atender sus necesidades y cumplir con sus expectativas”, dijo.

Cuando se le preguntó al ministro sobre lo encontrado por este gobierno en la OISOE, enumeró proyectos y obras hospitalarias pendientes por reactivar o concluir su construcción y falta de equipamientos, por ausencia de gerencia o administración adecuada. “Había, incluso, proyectos entregados sin terminar y obras asignadas sin proceso de licitación acorde con la Ley General de Compras y Contrataciones”, dijo.

Los datos del Ministerio de la Vivienda indican que a nivel de nómina se trabaja en la eficientización del gasto público por vía de la reducción dentro del INVI y lo que había de la OISOE, con ahorro por alrededor de RD$330 millones anuales.

Hubo partidas que no fueron ejecutadas

La actual administración asegura que encontró cubicaciones con partidas certificadas que no fueron ejecutadas en las obras, así como irregularidades en contratos y en la forma que fueron adjudicados los mismos. En esas fiscalizaciones se ha conseguido un ahorro al Estado de unos RD$2,000 millones. La conversación con el ministro Carlos Bonilla y el viceministro Eduardo Guarionex Estrella fue amplia, alcanzó para que reconociera que al asumir la posición encontró a un grupo de hombres y mujeres honestos y deseosos de trabajar para cambiar la realidad de su país. “Junto a ellos, hemos avanzado en volver eficiente la institución, sus procesos y para mejorar los resultados de nuestra gestión”, indicó.

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