El Gran Combo de Puerto Rico es, probablemente, después de la Fania All Stars, la más importante y persistente agrupación musical salsera que existe. No por gusto es llamada La Universidad de la Salsa. Por eso celebrará su cumpleaños 60 en el Coliseo de Puerto Rico el 29 de mayo del 2022 desde las 6:00 de la tarde, en lo que seguramente va a ser una fiesta memorable.
El nacimiento de esta orquesta puertorriqueña es un ejemplo de una de las leyes dialécticas: negación de la negación. Tuvo que morir un proyecto para que naciera otro superior. Ese otro proyecto que tuvo que morir fue Cortijo y su Combo, orquesta que era de las más pegadas del Caribe por aquellos fines de los 50 y principios de los 60.
Sucedió que Cortijo y su Combo se encontraba en Panamá, y al regreso a Puerto Rico, Cortijo -quien era el director- e Ismael “Maelo” Rivera, habían caído presos por tenencia ilícita de drogas. Un encubierto los venía siguiendo incluso en el avión. Eso había ocurrido el 29 de mayo de 1962 en el Aeropuerto Internacional de Isla Verde.
El apresamiento del director y de la voz principal de la agrupación, era algo irreversible. Por eso Guillermo Álvarez Guedes, el famoso humorista cubano, quien era dueño del sello disquero Gema Records reunió a los muchachos del Combo de Cortijo en la casa de Roberto Rohena, en Miramar, y les propuso formar El Gran Combo, proponiendo como cantante a Joseito Mateo, a quien había conocido en Cuba cuando este había cantado acompañado por a Sonora Matancera.
Así comenzó la historia de la agrupación dirigida por Rafa Ithier, quien era el pianista de Cortijo. Rohena al inicio se negó a participar de la nueva agrupación, por pena con su compadre Rafael Cortijo (1928-1982), a quien se le debe la introducción en las clases sociales altas de las expresiones musicales más raigales de la expresión rítmica puertorriqueña: la bomba y la plena. Aunque poco tiempo después entró a la nueva agrupación musical.
El Gran Combo revolucionó la música tropical tomando elementos de Cortijo y su Combo e incorporando nuevos elementos, hasta llegar a tener su propio color musical, un sello que los caracteriza, un sonido único, reconocible, casi palpable donde los metales y la percusión juegan los roles fundamentales, mientras adelante hay una muralla que baila, compuesta originalmente tras la salida rápida de Joseito Mateo -quien grabó el primer disco “Menéame los mangos”-; luego entraron Daniel Vásquez, Chiqui García y Pellín Rodríguez. Los dos primeros duraron muy poco y Sammy Ayala, güirero de Cortijo, recomendó a Ithier buscar a Junior Rodríguez en Trastalleres.
Rafa fue a la calle donde vivía Junior, un muchacho de apenas 16 años de edad y le preguntó a unos que estaban jugando vitilla en la calle dónde vivía Junior. Uno de ellos le indicó y lo llevó hasta la puerta y entró con él. Era el futuro Andy Montañez. Esa tarde quedó sellado el futuro del joven cantante bohemio que pertenecía a un trío juvenil.
Andy Montañez y Pellín Rodríguez hicieron uno de los mejores dúos que ha tenido la historia de la música tropical. Años después, en 1973 Pellín sale para dedicarse a su carrera en solitario, entra Marcos Montañez, hermano de Andy quien solamente dura seis meses y entra en su lugar Charlie Aponte. En 1977 Andy sale del Gran Combo por un jugoso contrato con Dimensión Latina en Venezuela, y entra Jerry Rivas. En 1980 entró Luis “Papo” Rosario quien se mantuvo hasta el 2017, siendo sustituido por Joselito Hernández. Ese frente se mantuvo como un muro hasta el año 2014 en que Charlie Aponte salió de la formación por problemas personales con la dinámica interna, entrando por él Anthony García.
La historia del Gran Combo incluye 57 producciones discográficas, siendo la más reciente el disco En Cuarentena (2021) y 27 compilaciones. Rafa Ithier, con 95 años de edad sigue estando al frente de la orquesta, de la cual ha sido el gran arquitecto de un sonido fácilmente identificable.
