Lo mismo ha pasado con países como Panamá y de Centroamérica, de acuerdo a un informe elaborado por la entidad
El crecimiento económico de Centroamérica, Panamá y República Dominicana tuvo una tendencia positiva en 2017, con una expansión económica de 3,8%, pero esta dinámica no se ha traducido en cambios significativos en la reducción de la pobreza o en una mejora de la distribución del ingreso, indicó este jueves un informe del Banco Interamericano de Desarrollo -BID-.
“En un ambiente de creciente incertidumbre sobre el rumbo de la economía mundial, es recomendable que las autoridades de la región adopten acciones y políticas para potenciar su crecimiento e incrementar la inclusividad del mismo”, adujo el organismo en sus conclusiones del reporte macroeconómico regional publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Crecimiento inclusivo: Retos y oportunidades para Centroamérica y República Dominicana”.
La nota dice que el reporte analiza el contexto económico regional y cómo este sería afectado por el comportamiento económico internacional como consecuencia de una menor demanda y una política comercial incierta por parte del principal socio comercial de la región. El informe también explora algunas alternativas para fortalecer el crecimiento inclusivo de la región, tanto en el mediano como en el largo plazo.
“En 2017 el crecimiento económico de Centroamérica, Panamá y República Dominicana tuvo una tendencia positiva, gracias a la estabilidad en los precios de materias primas y el dinamismo económico de Estados Unidos, que impulsaron el consumo y la inversión regional, permitiendo una expansión económica de 3,8%. No obstante, esta dinámica no se ha traducido en cambios significativos en la reducción de la pobreza o en una mejora de la distribución del ingreso”, adujo.
Esta situación, agregó, plantea retos importantes, si se considera que las perspectivas de crecimiento para los próximos años muestran ajustes a la baja asociados a riesgos en variables claves, como el precio de las materias primas, las tasas de interés y la política comercial de Estados Unidos, entre otros.
“En años recientes la región se benefició de un contexto internacional favorable, pero lamentablemente, este auge no lo hemos visto alcanzar a los sectores sociales más vulnerables”, dijo Verónica Zavala, Gerente General del Departamento de Países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y la República Dominicana del BID. “Es necesario que la región maximice el impacto de los activos con los que ya cuenta, como la creciente fuerza laboral, su sistema financiero o su alta integración comercial y financiera, para acelerar el crecimiento y así propiciar una distribución más equitativa de los beneficios de una expansión económica”, dijo.
En el reporte se analiza una serie de determinantes que afectan la acumulación de capital humano y su influencia sobre el crecimiento económico. Se observa cómo algunas características del hogar e individuales de la persona afectan la probabilidad de acceder a servicios de educación y salud. Por ejemplo, si el hogar tiene un solo padre o si este se encuentra en una zona rural, la probabilidad de que un niño asista a la escuela es menor. En el caso de la salud, entre mayor sea el nivel educativo de la madre, mayor es la probabilidad de que los niños accedan a los servicios de salud. Al contar con esa información, permite a las autoridades de la región mejorar la focalización de las intervenciones que busquen incrementar la cobertura educativa y de salud.
Además, dice que se aprecia como algunos países tienen una mayor predisposición que otros a tener una mayor informalidad, donde variables como la composición sectorial y las rigideces del sector formal son determinantes del tamaño de la informalidad.
El reporte también examina el papel de la integración financiera en el comportamiento crediticio de la región, y concluye con la construcción de escenarios del desempeño económico regional ante choques externos. La región está expuesta a la velocidad de la “normalización” de la política monetaria de Estados Unidos, a cambios en los precios de los bienes primarios que exporta o de las materias primas que importa. Todos estos bienes pueden sufrir de algún tipo volatilidad en sus precios, ya sea por mayores cosechas en Brasil; o por fenómenos climatológicos, en el caso del café y azúcar; o por conflictos en Medio Oriente, por el lado del petróleo.
“Esperamos que este reporte permita realizar un debate sobre las acciones y políticas a seguir por las autoridades de la región para potenciar su crecimiento e incrementar la inclusividad. Nuestro reto principal debe ser de asegurar que los beneficios del crecimiento lleguen a la mayor proporción de la población”, indico Zavala.